Un estudio realizado por la Universidad de Londres, acaba de revelar que el tipo de sangre influye mucho en si nos enamoramos o no de una persona. La investigación analizó las reacciones de parejas enamoradas, dando como resultado que aquellas con el mismo tipo de sangre, activaron las mismas áreas del cerebro.

Además, también está la atracción por el olor del otro; o sea, las feromonas que nos enloquecen. Teniendo en cuenta que nuestro tipo de sangre combinado con las feromonas, caemos en manos de una bomba de atracción de la que nadie puede escapar.

Independientemente de la química que tengas con alguien, es necesario que trabajar día a día en una relación con comunicación y confianza.