Hablar de arte en la actualidad puede derivar en un sinfín de discusiones; sobre todo si se trata de arte conceptual cuyo valor muchas veces radica más en la justificación, que en lo visual. Teniendo esto como antecedente, el escándalo del arte de la semana se lo llevó el Museo de Bolzano en Italia, donde se encontraba instalada la pieza "¿Dónde vamos esta noche a bailar?" de las artistas Sara Goldschmied y Eleonora Chiari, quienes tienen más de una década trabajando en conjunto bajo el nombre de Goldschmied&Chiari.

La pieza pretendía recordar los excesos de la Italia de los 80, así que sus componentes básicamente eran vasos vacíos, botellas por terminar, confetis y serpentinas. Los cadáveres de una fiesta grande. La cuestión aquí es que la pieza no se hizo famosa por su estética, sino porque los trabajadores de limpieza de dicho museo confundieron la instalación con basura, así que recogieron todo y dejaron la sala limpia.

No es la primera vez que pasa algo parecido. Hace cuatro años una limpiadora del museo Ostwall de Dortmund, en Alemania, dañó una obra valorada en 800.000 euros porque pensaba que estaba sucia.

Las artistas se han tomado con relativo buen humor este incidente. Una muestra, aseguran en su web, "de que el arte contemporáneo es capaz de suscitar un interés". Y mientras, claro está, han trabajado para recomponer los restos de la celebración y continuar con su particular homenaje a una de las guías de ocio más singulares de la historia. Salió en 1988, se llamaba ¿Dónde vamos esta noche a bailar? Guía de 250 discotecas italianas y la firmaba Gianni de Michelis, vicepresidente del Gobierno de Italia.

Con información de El País.