Todo mundo ha tenido una historia de terror con la diarrea. Te ataca cuando menos lo esperas y en el lugar menos indicado. La diarrea es una evacuación intestinal reiterada de heces líquidas y básicamente se produce porque tu sistema digestivo aumenta sus líquidos y tu organismo no es capaz de absorberlo. Entonces, en un proceso diarreico las heces incluyen más agua, sales y minerales que las que son más sólidas.

En estos casos, el agua es algo fundamental, así como ciertas frutas, verduras y tés. Así que si algún día te pasa y no sabes qué hacer para evitar las constantes e incómodas evacuaciones te recomendamos lo siguiente:

1. Agua de arroz

Pon aproximadamente un litro de agua a hervir y cuando esté en ebullición, vierte medio vaso de arroz blanco redondo. Después de dejarlo cociendo 20 minutos a fuego lento se cuela el arroz y listo. Otra ventaja de esta agua es que es benéfica para tu organismo, así que la puedes beber diario.

2. Come fruta

Las manzanas asadas o cocidas son un milagro, recuerda que se debe quitar la piel y poner un poquito de azucar para que te sepa delicioso y termine con el problema estomacal. También puedes comer peras con canela; plátano, el cual gracias al potasio restablece los electrolitos y endurecen las heces.

Si no tienes nada de lo anterior a la mano, las infusiones, el té de manzanilla o el agua de limón también te ayudarán.

3. Suero casero

La diarrea causa la eliminación de minerales, sales y azúcares vitales para el organismo, un suero casero aportará el líquido y los electrolitos necesarios que se pierden con esta enfermedad estomacal y ayudará a evitar la deshidratación. En un recipiente con agua se agregan 2 cucharadas de sal, 2 cucharadas de bicarbonato y una cucharada de azúcar.

4. Caldo de pollo

Debido a que su principal ingrediente es el agua, te ayuda a mantener una correcta hidratación. Es un remedio casero muy arraigado en la cultura popular de muchos países de América Latina.

5. Ajo y azúcar morena

El ajo crudo tiene propiedades antisépticas, fungicidas, bactericidas y depurativas, debido a que contiene un compuesto llamado alicina, que actúa contra numerosos virus y bacterias. Se recomienda machacar dos dientes de ajo sin la piel y añadirles dos cucharaditas de azúcar morena. Hervirlos en 3/4 de taza de agua y beberlo dos o tres veces al día