Más de dos mil efectivos del ejército mexicano fueron desplegados en el estado sudcaliforniano tras los actos de pillaje posteriores al paso del huracán "Odile" el pasado fin de semana.

Cientos de pobladores aprovecharon la confusión posterior a la destrucción para atacar decenas de pequeños comercios y supermercados, a los que "limpiaron" de productos de primera necesidad como agua, papel sanitario, comida para perros y fórmula para bebés.

Sin embargo, otros "vivales" aprovecharon la crítica situación en la península, que al momento se encuentra sin servicio de electricidad y teléfono, para robar aparatos electrónicos, televisores y ventiladores... eso sin mencionar cajas de cerveza y otras bebidas alcohólicas.

Hasta el momento se han instalado 135 albergues para atender a los turistas y damnificados en la península, que ya ha sido declarada como zona de emergencia.