Pese a que Verónica Castro se empeña a seguir negando que en el pasado contrajo matrimonio con Yolanda Andrade, aún cuando la conductora amenaza con sacar a la luz las fotografías y videos que lo probarían, este escándalo sigue alimentándose. Y es que el pleito no llega solo pues se acompaña de una insaciable sed de venganza.

Como si se tratara de un guion de telenovela, resulta que la vieja relación entre Yolanda y Verónica fue interrumpida cuando llegó a sus vidas una guapa conductora. Es decir, hubo una tercera en discordia.

Una amiga cercana a 'La Vero' se acercó a la revista TV Notas para asegurar que Yolanda revivió su boda con la madre de Cristian Castro porque nunca soportó que la dejaron por otra mujer, una conductora de Monterrey llamada Lizzie Barrera.

La anónima informa que Yolanda y Vero se conocieron en el 2000 pero tres años después nació el romance tras coincidir en Big Broher VIP. En 2004 se fueron a viajar por Europa y su impulso las llevó a atar el nudo en Ámsterdan, Holanda; sin embargo, la veterana actriz nunca presentó -ni con sus amigos- como su novia y menos su esposa a la conductora de MoJoe.

El matrimonio tuvo lugar cuando Andrade tenía 31 y Castro 50. Su nidito de amor se encontraba en Polanco. Su unión no duró mucho y es que La Vero era muy celosa y pronto cansó a su pareja con sus reclamos. Ambas se dieron un tiempo pero en ese intermedio apareció Lizzie, quien enamoró locamente a la actriz de “La Casa de las Flores”.

Barrera pronto pasó de novia a publirrelacionista y mánager, es quien actualmente controla su carrera y aparentemente su vida, incluso la amiga asegura que ella fue quien le exigió a Verónica contactar a medios para desmentir así como hablar con Yolanda, con quien la famosa se encuentra muy dolida pues juraron nunca sacar a la luz el enlace simbólico.

Esta relación no es aceptada por amigos y familiares de Castro y es que aseguran Lizzie se aprovecha de ella. En cuanto a Yolanda, la también cantante no desea saber nada de ella. Mucho menos quiere tenerla cerca y es que no concibe que sus celos la llevaran a publicar parte de sus intimidades.