Tras la muerte repentina e inexplicable del abuelo, Jake y su padre buscarán retomar sus raíces. Emprenderán un viaje de Florida a una pequeña isla de Gales donde resulta un descubrimiento. Jake ha entrado a un mundo donde lo extraño es celebrado, comenzando así el inicio de una aventura inolvidable como las historias de su abuelo.

Esta es la adaptación a la novela debut de Ransom Riggs del mismo nombre, y casi una historia hecha a la medida de su director Tim Burton, pero como lo ha demostrado en los últimos años, sus películas -aunque ricas en diseño de producción cuenta con errores tan esenciales como un buen guión-, no fue la excepción, el guión es confuso y lleno de exposición narrativa, con personajes tan planos y fugaces que no logra que el espectador conecte o que verdaderamente despierte interés.

Jane Goldman es la guionista de este proyecto. Su experiencia con seres extraordinarios  (X Men: primera generación y  días del futuro pasado) debería ser garantía de su trabajo, pero complica más la situación y la película se concentra en exposición sin mucho desarrollo de personajes o motivaciones. El guión es escrito de una forma mecánica por todo el primer acto; los diálogos son torpes, para los siguientes actos se suaviza todo y con resignación deja fluir la narrativa. Sin revelar mucho, el final deja al espectador la sensación de una cinta incompleta, donde los personajes nunca dijeron todo lo que querían decir y sus acciones son en ocasiones incoherentes.

Protagonizada por Asa Butterfield que lo conocimos hace unos años en la franquicia infantil “Hugo”, dirigida por Martin Scorsese, esta vez le da vida a Jake, que es el personaje que nos lleva de la mano por esta historia de extrañezas y fenómenos extraordinarios, el detalle es que Jake es un niño normal, al decir normal nos referimos que es un personaje sin nada que ofrecer, solo existe dentro de la cinta para formular preguntas y estar viendo a estas fascinantes criaturas. 

Eva Green personifica a la Miss Peregrine, su personaje es la vida que tanto le falta a Jake. Cada escena en la que aparece se la roba y la hace suya. Menospreciada por Hollywood en ocasiones, Green demuestra que puede sostener un proyecto ella sola.  

Samuel L. Jackson juega a ser el villano Barron. Crea a este personaje como si lo hiciera Bruce Willis, casi como un cosplay. Lo hace de maravilla idóneo para este filme sediento de una narrativa coherente y un protagonista con alma.

"Miss Peregrine y los Niños Peculiares" está bien contada visualmente, pero parece que a Burton se le acaban los recursos narrativos y cae imitándose constantemente a sí mismo.

Una cinta mas de Burton, donde recupera algo de su magia en dirección y arte, pero un guión a medio cocinar, nunca será una fórmula ganadora. 

A los fans del realizador les regresara esa fe ciega por este decadente director, mientras que para los seguidores de la novela será un agradable paseo de repaso, marcando su espera para las subsecuentes secuelas.