De las 10 nominaciones con las que Roma llegó a la edición 91 de los Premios Oscar, solo se hizo de tres estatuillas -Mejor Director, Mejor Película Extranjera y Mejor Fotografía-, victorias que para muchos han sido motivo de dolor, burla o insatisfacción.
Fieles al realismo mágico y a la broma sin fronteras, varios han atribuido la pérdida de las otras siete estatuillas a la afición de Alfonso Cuarón al Cruz Azul y la presencia del escudo setentero de la escuadra a lo largo del filme, como una forma de sanar las heridas que sienten abiertas, pero olvidando las razones del director para incluir al mítico equipo.
"Es imposible retratar el México de los 70 sin incluir la presencia de Cruz Azul; sus camiones, sus bardas y sus muchos campeonatos", reveló el director al explicar el uso de los distintivos.
Debido a la triste trayectoria del club en los últimos tiempos -años y campeonatos en los que ha quedado de manifiesto que llegar a una final no es suficiente-, las múltiples referencias a la “cruzazuleada” obligaron a Cemento Cruz Azul emitir un serio pronunciamiento sobre cuáles son, a su juicio, las claves del éxito. Estas serían dedicación, esfuerzo, talento y amor a lo que construyes.
{username} (@lacruzazul) February 25, 2019
Luego de ofrecer su receta -que la afición seguramente querrá ver en acción-, la empresa felicitó al director por hacer posible Roma, y cosechar tres victorias más y sumarlas a su multipremiado historial.