Cuando pensamos en la mayoría del cine comercial actual vienen a la mente diversos calificativos: genérico, narcisista, simple, absurdo, pero nunca aburrido, hasta el día de hoy.

George Clooney crea su sexta película como director, de forma lenta y sin mucha lógica. Originalmente un guión no producido por los Hermanos Coen y que Clooney y su socio Grant Heslov rescatan e intentan agregar de su propia cosecha una subtrama que en ningún momento conecta con la historia original. A pesar que los cuatro realizadores tienen crédito por el guión, existe una evidente separación con lo que aportan los dos equipos.

La premisa original nos presenta a Gardner Lodge, un hombre con una vida simple junto a su hijo y su discapacitada esposa. El ejemplo del sueño americano de finales de los cincuentas hasta que un par de asaltantes irrumpen una noche en el hogar drogando a la familia completa, dejando a la madre muerta por sobredosis de cloroformo, esto  da entrada a que la  hermana gemela de la víctima aparezca para ayudar con la crianza del pequeño y que poco a poco la recién llegada comience a tomar el lugar de la hermana copiando cada aspecto de la difunta. Paralelamente se comienza a formar una subtrama donde se  retrata la llegada al vecindario totalmente blanco de la primera familia de color ocasionando el despertar de los instintos más oscuros de la sociedad americana a un punto explosivo.

A pesar que ambas historias son atractivas nunca logran coexistir. El director se limita a prender la cámara y capturar lo más que puede sin mostrar un interés por entrelazarlas. Esto crea un filme torpe y lento con serios problemas tonales y sobre todo: aburrido.

Por su parte el elenco es totalmente plano con sus personajes, con solo una excepción: Oscar Isaac quien hace una aparición a mitad de la película e inyecta la energía faltante que tiene este proyecto. Su personaje es un extraño. Un agente de seguros que sospecha fraude con la muerte de la mujer discapacitada,  y plano por plano se come al resto del elenco con su interpretación.

Suburbicon es una cinta olvidable en todos los sentidos, y que desafortunadamente nos recuerda que Clooney es un actor que dirige y no al revés. Por lo pronto existe un excelente catálogo de películas escritas y dirigidas por los Hermanos Coen que sin mucho esfuerzo nos quitan el mal sabor de boca que deja este proyecto.