México, D.F.- "Las lenguas indígenas tiene que salir de eso que es una sociedad racista, como la mexicana", afirma Mardonio Carballo, el letrista del grupo, al explicar la idea de hacer canciones en el idioma náhuatl con ritmos modernos como el rock, el jazz, la música electrónica y experimental.


"En México se hablan más de 60 lenguas y tendría que ser normal que se hiciera rock, hip-hop, cumbias, poesía, cómics o pornografía en náhuatl. Eso daría cuenta que es una lengua viva".

 

La idea es "sacar al náhuatl de sus lugares habituales, como pieza de museo", e incorporarlo al mundo moderno, expresó.

 

Carballo y los hermanos Alonso y José María Arreola son los creadores del proyecto musical que acude a la poesía de los pueblos indígenas en México para generar un proceso de reflexión.

 

"De manera natural nos importaba crear algo original, en el sentido de voltear a lo que hemos sido cada uno de nosotros, por nuestro propio pasado o por nuestras influencias musicales", dijo el bajista Alonso Arreola, en una entrevista reciente realizada en la Ciudad de México.

 

Los hermanos Arreola son nietos del prolífico escritor jalisciense Juan José Arreola. Aunque ambos han incursionado de alguna u otra forma en el mundo de las letras, desde pequeños enfocaron su camino en la música, específicamente en la escena del rock en México, donde se dieron a conocer como parte de la agrupación La Barranca.

 

Por su parte, Carballo, originario de Chicontepec, ubicado en la sierra del estado de Veracruz, ha dedicado gran parte de su vida a la promoción y divulgación del mundo indígena en los medios masivos de comunicación en México, labor que inició en la década de 1990, inspirado principalmente por el movimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

 

El poeta recordó que los orígenes de la aventura artística en la que se embarcó con los hermanos Arreola datan de la invitación que Alonso le hizo para grabar la canción "Ezo", pieza incluida en uno de los álbumes que dan vida a la "Trilogía Cruento", de 2011, que el prestigiado bajista dedicó a los misterios de la sangre.

 

Los dos músicos y el poeta se conocieron en marzo de 2011, durante un encuentro dedicado a las nuevas formas de expresión poético-sonora, denominado "Poesía en Voz Alta", realizado en la Casa del Lago "Juan José Arreola" de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

 

"El náhuatl es un lenguaje más, es un instrumento de creación, independientemente de todo el asunto cosmogónico que lo circunscribe. Siempre hago textos en español con un universo totalmente campesino, totalmente náhuatl, aunque no esté la presencia de la lengua implícita o explícita", indicó el escritor, quien recientemente participó en una canción para el nuevo disco del español Alejandro Sanz.

 

En México ya se tenía un antecedente de grupos musicales que buscan preservar las culturas indígenas a través de ritmos como el rock, el metal y el blues, a partir de la idea de conformar una sociedad moderna incluyente.

 

De acuerdo con José Luis Paredes "Pacho", historiador, promotor cultural y ex integrante de Maldita Vecindad, bandas de rock como Hamac Caziim, Xamoneta, Súper Coraje, Noésis, Nu Boxte y Sak Tzevul se apropiaron de géneros musicales para preservar sus costumbres.

 

Aunque muchas de estas agrupaciones tienen más de 20 años de vida, la mayoría resultan invisibles para los medios masivos de comunicación en México, quienes ofrecen una difusión casi nula a este tipo de propuestas.

 

"Arreola + Carballo" componen canciones y también le incorporan letras propias a temas conocidos tan diversos como el bolero "Vete de mí" del compositor cubano Bola de Nieve y "Sabotage", pieza más rockera del grupo estadounidense Beastie Boys.

 

Alonso Arreola dijo que les gustó el título y la música de "Sabotage" y la consideraron un vehículo apto para "replantearnos toda la situación política que ha vivido el país, con toda la violencia que azota México y la crisis política que enfrenta".

 

"En realidad no estamos adscritos a ninguna corriente política específica, pero esta situación político-social en el país nos llevó a que generáramos una letra dedicada a los jóvenes, que tiene que ver con el sabotaje, pero desde otro punto de vista", añadió el bajista.

 

Otra de las piezas creadas por "Alonso + Carballo" se llama "Desaparecidos" y está dedicada a los inmigrantes. "Si la letra no pega en algún lugar del corazón, difícilmente pegará en el cerebro. Me parece que las letras, o lo que yo hago, buscan tener un halo poético que cobije todas las cosas que son duras de decir. Acudo a la poesía como un hilo conductor con la sensibilidad del hombre", indicó Carballo.

 

Hasta el momento, tienen preparadas unas 10 canciones, de las cuales algunas cuentan con letra en español, otras en náhuatl y en algunas piezas se conjuntan ambas.

 

La primera presentación de "Arreola + Carballo" se realizó en la pasada edición del festival South By Southwest (SXSW) en Austin, Texas, aunque ya en otras ocasiones los hermanos y el también conductor del espacio radiofónico "Las plumas de la Serpiente" tuvieron oportunidad de compartir el escenario.

 

El proyecto prepara su participación como grupo invitado en el concierto que la agrupación estadounidense de jazz-funk experimental Screeming Headless Torsos ofrecerá en El Plaza Condesa de la Ciudad de México, el próximo 13 de septiembre. Esa noche, el trío estará cobijado por las proyecciones en vivo de Rogelio Aguilar.

 

"Las proyecciones de Aguilar en las que nos apoyaremos esa noche servirán para tender un puente entre las lenguas. No sólo será la imaginería visual, habrá cuestiones de texto para que la gente pueda verlo en náhuatl y en español", anticipó Alonso Arreola.

 

Aunque por el momento el trío trabaja en la planeación de otros conciertos que ofrecerá en los próximos meses, la posibilidad de plasmar estas canciones en un disco está latente.

 

"Los nuevos formatos para escuchar y comprar la música, las aplicaciones y las redes sociales nos brindan la gran oportunidad de mostrarnos y otorgarnos otros permisos, ser más arriesgados", dijo José María Arreola. "Nos gusta la relación que se ha entablado con el bajo y la batería y que a través del tiempo, con otras facultades de compositor, se ha podido añadir, la incursión de Mardonio, que es un verdadero lujo", concluyó el baterista.