Víctor Madrigal-Borloz, miembro del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió la prohibición de las terapias de conversión que buscan cambiar la orientación sexual de personas homosexuales, la mayoría de las veces contra su voluntad.

El experto en orientación sexual e identidad de género considera que este tipo de prácticas son degradantes y discriminatorias. Las terapias de conversión suelen aplicarse contra la voluntad de jóvenes, principalmente en Estados Unidos y diferentes ciudades de Europa.

“Estas prácticas constituyen una violación fragante de los derechos a la integridad física, a la salud y a la libre expresión de la orientación sexual y la identidad de género de una persona”, mencionó Víctor Madrigal-Borloz en un comunicado.

El consejero de la ONU señaló que las terapias pueden representar ansiedad, depresión, pérdida de sensaciones sexuales y riesgo de suicidio en las personas. En la mayoría de las ocasiones se aplican inyecciones de testosterona o terapias de eletroshock.

Madrigal-Borloz reunió una serie de testimonios de más de 100 países en los últimos meses para compartir su análisis. El experto advierte que no hay ningún estudio que demuestre la posibilidad de modificar la orientación sexual de manera permanente con las terapias de conversión.