Jamie Alexander, un padre residente de Toronto, Canadá, diseñó un bikini para que su hija trans dejara se sentirse incómoda con las prendas que anunciaban ser "perfectas" para personas transgénero, pero que no cumplían con las necesidades de los clientes.

A través de Instagram, el papá compartió las fotos de su producto y este rápidamente alcanzo tanta popularidad que se convirtió en una línea de productos para niñas trans, y Ruby ahora sale a nadar libremente.

Los bikinis que existían no eran cómodos para las niñas trans

Ella nació como hombre, pero a partir del tercer grado de primaria comenzó a identificarse como mujer; ahora, a sus 12 años, vive libremente su identidad de género gracias al apoyo de su padre. No obstante, una de sus dificultades en el camino fue encontrar un bikini que pudiera usar con confianza.

"Quería crear una prenda que se vea y se sienta como un bikini normal y una marca que resuene con las niñas, no sólo con las niñas trans"

Jamie Alexander, el papá.

Además, cuenta Alexander que todo lo que veía estaba muy marcado sólo para personas trans y estas prendas tenían na almohadilla acolchada en la parte delantera, por lo que no se veían como bikinis normales. Así que entrevistó a cerca de 50 familias que localizó en Facebook con problemas similares.

Rubies, su línea de bikinis

Su equipo terminó por diseñar un bikini usando spandex en el exterior con un forro de malla que es capaz de comprimir con suavidad sin causar molestias. "Las mejores empresas son las que resuelven problemas reales", dice el papá. Y agrega: "Sabía que tenía un problema, pero no sabía si todos los demás lo tenían".

El objetivo de Jamie Alexander es muy sencillo: mejorar las vidas de niñas trans como su hija y que su estilo de vida sea más ordinario: "Una prenda de vestir como los trajes de baño Rubies puede cambiar las reglas del juego para los niños y las niñas transgénero", afirma.