El pasado 27 de julio, más de 15 mil personas se reunieron en el Palacio de los Deportes para presenciar el espectáculo ofrecido por Sam Smith en su concierto en la Ciudad de México, pero los papeles se invirtieron y el espectador terminó siendo el cantante británico. 

Mientras Smith interpretaba su exitoso tema "HIM", los asistentes levantaron sus celulares iluminados con colores para formar una enorme bandera del orgullo LGBTI sobre las butacas del domo de cobre.  

La canción elegida no pudo ser más especial pues en ella se escucha a Smith cantando una plegaria con la que le pide a Dios que lo ame aunque "no sea quien deseó" pues está enamorado de otro hombre. 

Durante el concierto, el ganador del Grammy confesó que se sintió tan emocionado gracias al público mexicano, que estuvo a punto de llorar en varias ocasiones y agradeció a sus seguidores por todas las muestras de amor.