Es prácticamente un hecho que Renato Ibarra no volverá a jugar con las Águilas del América después del escándalo de violencia familiar en el que estuvo metido junto a su esposa Lucely Chalá; sin embargo, eso no quiere decir que no pueda jugar en otro equipo mexicano, al menos es lo que piensa José Luis Higuera

El exdirectivo de Chivas, ahora analista en ESPN, señaló que los directivos en el futbol mexicano son "amorales", por lo que es bastante probable que alguno de los equipos de la Liga MX contrate al futbolista ecuatoriano, quien era uno de los mejores jugadores del Club de Coapa. 

"Si algo son los dirigentes del futbol mexicano son amorales. Conociendo el mundo del futbol, por supuesto que va a jugar. En el futbol hay memoria corta y cuando hay necesidad y, al precio correcto, aguas"

José Luis Higuera

El 'Tío' Higuera, como le dicen en sus redes sociales, fue claro en que Ibarra no volverá a jugar en América, equipo que lo separó de manera definitiva; sin embargo, existen otros equipo que sí estarán -y mucho- interesados en el ecuatoriano. 

Cronología Renato Ibarra 

Fue en la noche del 5 de marzo, cuando Renato Ibarra fue detenido y por una pelea en la que supuestamente había golpeado a su esposa, en un conflicto en el que participaron varios integrantes de su familia. 

La situación era muy delicada y no parecía nada alentadora, pues ya trasladado al Reclusorio Oriente de la CDMX fue acusado de violencia familiar, tentativa de feminicidio y tentativa de aborto, cargos por los que hubiera alcanzado hasta 45 años de prisión. 

Sin embargo, en la última audiencia, su esposa Lucely Chalá rectificó sus declaraciones en contra del futbolista de América, a quien le fueron retirados los dos últimos cargos, por lo que ahora podrá llevar su proceso en libertad. 

Horas antes, el Club América emitió un comunicado en el que informó que el futbolista era separado de manera definitiva del primer equipo, aunque no habló nada acerca de una rescisión de contrato. 

Es por esta razón que Ibarra y la directiva azulcrema todavía tendrán que llegar a un acuerdo contractual, para por fin romper el vínculo que queda entre ambas partes.