Después de la dolorosa derrota ante Pachuca en la Concacaf Liga de Campeones, los Tigres regresaron a Monterrey con caras largas y sin ánimos de hablar con la prensa. 

Y es que el partido de ayer significa otro final internacional perdida después de hacerlo con River Plate en la Copa Libertadores, y ante América y Pachuca en las dos últimas dos ediciones del torneo de Concacaf. 

Tanto jugadores como cuerpo técnico arribaron al Aeropuerto Internacional de Monterrey en completo silencio, con cara de pocos amigos y evitando a toda costa a los medios de comunicación que esperaban algunas palabras. 

Algunos tímidos aficionados universitarios comenzaron a aplaudir como un gesto de ánimo y apoyo al equipo, mientras que otros tantos no desaprovecharon la oportunidad de tomarse fotos y pedir autógrafos. 

Tigres enfrentará el próximo sábado en el Estadio Universitario a los Xolos de Tijuana en la Jornada 16 de la Liga MX y cerrará el torneo con Querétaro, por lo que buscará ganar ambos partidos y esperar resultados para saber si acceden a la fase final del torneo mexicano. 

Con información de ESPN.