México.- En el futbol moderno todo se compra y todo se vende: una muestra de ello es que las niñas y niños que salen en el protocolo realizado previo a los juegos de Liga Premier tienen que pagar cantidades exorbitantes.

Según BeSoccer, con base en un reporte del diario The Telegraph, conjuntos como West Ham, Nottingham Forest, Norwich y Aston Villa llegan a cobrar hasta 700 libras, aproximadamente 17 mil pesos, para que los jóvenes aficionados, o “mascotas”, como también son conocidos, salgan tomados de la mano de los futbolistas.

Esto es sin duda un negocio bastante redituable, ya que los citados clubes facturan anualmente alrededor de 500 mil libras (más de 12 millones de pesos) por tal concepto.

Tales revelaciones causaron indignación en Inglaterra, toda vez que los fans consideraron que esta medida es discriminatoria, pues de entrada los niños pertenecientes a familias de clases bajas no podrían pagar un monto tan elevado.

Existen excepciones

La oleada de críticas ha orillado al West Ham, donde antes jugaba el “Chicharito”, a prometer que la próxima temporada sortearía tres de los once lugares disponibles para favorecer a los que menos tienen.

Cabe señalar que entidades como Arsenal, Chelsea, Liverpool, Newcastle, Southampton y Manchester City o United eligen a los niños que acompañan a sus jugadores mediante una rifa.

Por otro lado, también se ha llamado a que los equipos que cobran repliquen al menos el modelo de Leeds United, de la Segunda División, cuyos ingresos por permitirles a los niños salir con sus ídolos es canalizado a la fundación institucional.

Ante tal panorama, el nuevo presidente de la comisión parlamentaria de Deportes, Cultura y Medios, Julian Knigh, aseguró que estos cobros van “completamente en contra del futbol”, que tiene sus “raíces en la clase trabajadora”.

Por ende, el diputado exigió que los clubes del balompié ingles reduzcan estas tarifas en aras de incluir a toda la hinchada. En tanto que el presidente de la Asociación de Aficionados británica, Malcoln Clarke, se mostró sorprendido de que se cobre más por aparecer en el protocolo que por obtener un abono juvenil de temporada.