La sanción la impuso el Comité de Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol a raíz del presunto "incumplimiento por parte de los hinchas del equipo (Millonarios) de los protocolos de seguridad dentro del escenario deportivo y por los daños causados en bien público y particular".

 

El duelo Atlético Nacional-Millonarios por la cuarta fecha del torneo Clausura fue afectado por incidentes fuera y dentro del estadio el sábado por la noche. Terminó 0-0. "Prohibirles a los hinchas que asistan a apoyar a sus equipos no soluciona la violencia.

 

Muy al contrario, la promueve y ahonda las diferencias que existen entre ellos", sostuvo Millonarios el viernes en un comunicado de prensa. El autobús de Millonarios de camino al estadio fue alcanzado por una piedra que lanzó un fanático, rompió un cristal y algunas esquirlas lesionaron en el rostro al delantero argentino Matías Urbano y el gerente deportivo Nicolás García, anunció en su momento el director de comunicaciones del club César Ardila.

 

El asunto no pasó a mayores en ese momento pero la tensión se trasladó a las tribunas y los alrededores del estadio y la policía encaró problemas para controlar a los revoltosos.

 

"No entendemos cómo se desconoce la gravedad de la agresión de los seguidores de Nacional contra el bus que transportaba a los jugadores de Millonarios antes del partido, así como las agresiones de las que fueron víctimas varios de los autobuses que transportaban a los hinchas y que parecen pasar inadvertidas ante los ojos de las autoridades (de Medellín)", señaló el club albiazul.

 

Los esquemas de seguridad se revisan cada semana y se endurecen las sanciones contra los barrabrava pero las acciones violentas crecen, según los informes de las autoridades.