Madiea Ghafoor, atleta olímpica neerlandesa de 27 años, fue condenada a pasar ochos años y medio en prisión tras ser declarada culpable de tráfico de drogas, a pesar de que ella argumentó no tener idea de que estaba en posesión de sustancias ilegales.

La detención tuvo lugar el pasado 18 de junio en Emmerich del Rin en Renania del Norte-Westfalia, Alemania, cuando Ghafoorfue interceptada por un control policial rutinario en el que los agentes encontraron 13.9 kilos de metafetamina y 43.34 kilos de éxtasis, lo que en conjunto fue valorado en 42.5 millones de pesos (2 millones de euros).

En su defensa, la velocista originaria de Holanda declaró que no conocía la verdadera naturaleza de los sustancias que transportaba, pues estaba en el entendido de que se trata de drogas para mejorar el rendimiento físico que están contempladas como permitidas en las listas de dopaje.

Sin embargo, el argumento de defensa fue desechado por la autoridades locales y Ghafoor fue declarada culpable de importación ilegal y tráfico de drogas con una pena superior a la requerida inicialmente, que era de 7 años y medio, debido al gran volumen de estupefacientes y a que se considero que eran transportadas con “fines de lucro”.

 

Madiea es campeona de 400 metros en pista cubierta y formó parte del equipo de Países Bajos en la modalidad de 4x400 metros en los Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Comenzó su carrera en el atletismo como amateur cuando tenía apenas 13 años. Como descendiente de una familia paquistaní y perteneciente a la comunidad baluchis, Madiea fue la primera mujer

Ghafoor es de ascendencia paquistaní ; sus padres pertenecen al distrito de Lyari en Karachi , Sindh. Su abuelo, Lal Baksh Rind, era un político de alto rango de la comunidad baluchis. Se convirtió en la primera atleta baluchí en participar en los Juegos Olímpicos.