El boicot histórico que se realizó el miércoles en los deportes de Estados Unidos alcanzó a la NFL, cuya nueva temporada se encuentra a un par de semanas de comenzar. Y es que varios equipos se negaron a entrenar como protesta contra el racismo y la desigualdad racial.
A tan solo dos semanas de que la nueva temporada de la NFL comience, equipos como los Jets de Nueva York, Empacadores (Packers) de Green Bay y los Potros (Colts) de Indianápolis, decidieron cancelar sus entrenamientos
Esta decisión llega unas horas después de lo acontecido el miércoles, cuando los Bucks de Milwaukee comenzaron un boicot que fue seguido por otros equipos en la NBA y que también se reflejó en otras ligas como MLB, MLS y hasta el mundo del tenis.
"Los Colts no practicarán hoy", dijo la franquicia de Indianápolis en un comunicado. "En su lugar, el equipo utilizará el día para discutir y trabajar hacia lograr un impacto social duradero e inspirar un cambio en nuestras comunidades".
{username} (@Colts) August 27, 2020
Wahsington pospuso partido de entrenamiento
Otro equipo que se unió a la causa, cancelando no un entrenamiento sino un partido de preparación fue el de Washington, cuyo entrenador Ron Rivera aseguró que como equipo mantendrán diálogos sobre temas de racismo y desigualdad racial.
"Los jugadores, entrenadores y personal de football se reunirán como familia del football y continuaremos nuestro diálogo abierto sobre los temas de racismo e injusticia social en nuestro país"
Ron Rivera. Head Coach Washington
{username} (@NFLen280) August 27, 2020
Este miércoles fue un día histórico para el deporte de los Estados Unidos, ya que equipos de diferentes ligas decidieron parar la actividad como una muestra de protesta ante el racismo y la desigualdad social que se vive en el país.
Después de los casos de Breonna Taylor y George Floyd, ambos asesinados por policías, el caso de Jacob Blake es el que ha vuelto a encender la lucha racial. El joven afroamericano, quien estaba desarmado, recibió siete disparos por la espalda por parte de un policía en Wisconsin, lo que ha vuelto a desatar una serie de protestas en territorio estadounidense.