El indiscutible número 1 del tenis, Novak Djokovic, se dio el lujo de animar al público sin la raqueta. El serbio en un acto de genialidad miró a los dos lados y corrió hacia la red como buscando un saque volea, todo mientras sonreía. De repente se echó la mano al bolsillo, lo abrió bien, y ¡zas! La pelota entra en su bolsillo caída del cielo ante el asombro del público. Novak ganó fácil al joven talento británico Kyle Edmund por un doble 6-3 y ya está en tercera ronda del torneo que se juega en Cayo Vizcaíno (Miami)