México.- Fuertemente protegido y aislado de los demás reos que están en espera de conocer su situación jurídica, es como Renato Ibarra, acusado de tentativa de feminicidio y violencia familiar, estaría pasando sus días en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México.

De acuerdo con información de diario Récord, el futbolista del América se encontraría ubicado en la zona 1 del citado recinto en espera de saber si es vinculado o no a proceso por los cargos que se le imputan luego de, presuntamente, haber agredido a su esposa Lucely Chalá y a la hermana de ésta.

En tal espacio, Ibarra “gozaría” de la fuerte protección de elementos penitenciarios y no tendría contacto con los demás internos. De hecho, siempre la misma fuente, los otros detenidos de primer ingreso habrían sido reubicados una vez que él llegó.

Se espera que este jueves 12 de marzo tenga lugar la segunda audiencia del ecuatoriano, misma en la que estaría presente Lucely, quien faltó a la primera debido a que se encontraba recuperándose de las supuestas agresiones.

Sería dado de baja en las próximas horas

Ante la gravedad y lo complejo de la situación, el Club América ha evitado tomar una postura oficial al respecto. Sin embargo, todo parece indicar que, si es vinculado a proceso, sería dado de baja de manera inmediata y sin responsabilidad alguna para los azulcremas.

Aunque eso sí, la problemática tiene consternado al plantel emplumado, como reveló Miguel Herrera, técnico de la escuadra, en la conferencia de prensa previa al juego frente al Atlanta United.

“La verdad es una situación lamentable para Renato (Ibarra), su esposa y todo el grupo, para América. Tenemos que estar alejados de eso, concentrarnos en la cancha y trabajar en el equipo. Esperaremos que la directiva se pronuncie en dos días. Nos tiene tristes esta circunstancia por Renato y su esposa. Nosotros a lo nuestro”.<br>

Cabe señalar que, en caso de que Renato Ibarra sea vinculado a proceso, estará en prisión preventiva en lo que terminan las indagatorias realizadas por el representante social. Y es que, dada la gravedad de los delitos, no alcanzaría medida cautelar, es decir, fianza.