El partido entre Argentina y Bolivia empezó con un momento desconcertante. Los jugadores bolivianos empezaron a saludar a los árbitros cuando todavía sonaba el himno de Argentina en el estadio. Alejandro Chumacero, capitán de Bolivia, se plantó delante de su homólogo Leo Messi y le entraron las dudas sobre si debía esperar o darle la mano. El asunto se resolvió con los bolivianos de vuelta a su posición inicial y a esperar a que se terminara el himno de sus rivales. Una vez terminaron los acordes, el saludo entre jugadores transcurrió con normalidad.
{username} (@lucianogarzo) March 29, 2016