Un auténtico milagro se consumó este domingo en el campo del FedEx Field, en el partido entre el Washington Football Team y los Rams de Los Ángeles. Y es que Alex Smith reapareció en un partido de la NFL luego de casi perder la pierna por una terrible lesión que sufrió hace un par de años. 

El experimentado mariscal de campo regresó a los emparillados en la parte final del segundo cuarto, luego de que el QB titular, Kyle Allen, sufrió un fuerte golpe en la cabeza por el que tuvo que abandonar el encuentro. 

Smith, quien recibió permiso para volver a entrenar apenas hace unos meses, fue llamado para tomar los controles del equipo de Washington, reapareciendo dos años después de sufrir aquella violenta y escalofriante lesión. 

Smith ingresó al terreno de juego entre la ovación de los pocos asistentes del FedEx Field, incluyendo a su familia, la cual fue su más grande apoyo en los momentos más complicados no solo de su carrera profesional, sino de su vida. 

El calvario de Alex Smith

Alex Smith es un respetado mariscal de campo en la NFL. Había tenido buenos momentos con los Kansas City Chiefs, con los San Francisco 49ers y con Washington; no obstante, el 18 de noviembre de 2018 viviría uno de los peores días de su vida. 

Se jugaba el encuentro entre Washington y los Houston Texans, en una aparatosa jugada sufrió una escalofriante fractura de tibia y peroné por la que pasó un complicado proceso. 

Todo parecía indicar que el proceso de rehabilitación iba por buen camino, pero tras la primera operación, le atacó una infección que incluso llegó a su sangre, por lo que estuvo muy cerca de que le amputaran la pierna.  

17 cirugías después y un arduo trabajo de rehabilitación, Smith fue autorizado para volver a los entrenamientos y, posteriormente, para reaparecer en un partido. Nadie tenía esperado que fuera este domingo, pero el experimentado mariscal de campo consumó un auténtico milagro.