En un encuentro de Copa Libertadores contra Santos, el excentral del América, Carlos Sánchez, sufrió  un duro golpe en la cabeza que no tuvo consecuencias hasta semanas más tarde, cuando el 12 de agosto del 2008 su vida cambió por completo. En un entrenamiento, Carlos cayó al césped motivando el ingreso de una ambulancia que lo trasladó al hospital donde se determinó que padecía un infarto cerebral que truncó su carrera y originó un conflicto legal con la escuadra azulcrema que desde hace dos años le retiró el apoyo económico. Hoy el padre del exfutbolista Benjamín Sánchez cuenta a El País, que un médico cardiovascular les comentó a sus que si le hubieran dado una aspirina después del golpe no habría sufrido la embolia.