Se está tardando el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ya debería haber rechazado el tan inoportuno como indigno regalo con el que pretende ¿beneficiarlo? el Senado.

Pregunto: ¿Qué va a lograr don Arturo Zaldívar Lelo de Larrea si permanece al frente de la SCJN dos años más de los permitidos por la Constitución?

Respondo: El único provecho para él será el de sentarse en las sillas principales en los eventos políticos, aquellas más iluminadas por los reflectores de las cámaras de fotografía y video.

Pero…,

√ El ministro Zaldívar, si acepta la más reciente locura de los senadores, le hará el peor daño posible a la imagen de Andrés Manuel López Obrador, demócrata ejemplar siempre: porque alentará que se especule —ya está ocurriendo— con la imposible reelección presidencial, que nadie en México desea y que particularmente desaprueba el histórico dirigente social tabasqueño que en 2024 deberá irse a su casa, o a su rancho, o a donde se le antoje, pero lejos del poder político. No es justo que se dañe de esa manera la imagen de AMLO, quien no tiene por qué pagar el costo de una ridiculez del Senado tristemente combinada con la falta de osadía inmediata del presidente de la Corte

√ Don Arturo además tirará a la basura su propia reputación, que hasta ahora ha sido la de un jurista excepcionalmente brillante, invariablemente decente y absolutamente recto; si no rechaza con toda su energía el envenenado obsequio que le ofrece el Senado, pasará a la historia de estos complicados años mexicanos como un vulgar politiquillo del montón que se traicionó a sí mismo cuando la sociedad mexicana más necesitaba, de parte de él, una lección de dignidad.

La palabra clave para el futuro de Arturo Zaldívar Lelo de Larrea es dignidad. Tiene muchos sinónimos: decoro, nobleza, hidalguía, respetabilidad.

En internet cuando se buscan expresiones relacionadas con la dignidad humanan destacan algunas palabras atribuidas a Martin Luther King: “Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda”.

Urge que el ministro Zaldívar se enderece para que no lo aplaste la vergüenza histórica de ser cómplice de un Senado mexicano que no merece ningún respeto.

Posdata

También se están tardando en rechazar la tontería del Senado controlado por el grillo Ricardo Monreal dos juristas de la 4T que gozan de un prestigio tan elevado que no debe quedar manchado por el silencio cómplice. Hablo de Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila, secretaria de Gobernación, y de Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico de la presidencia de México.

Un sencillo "a la chingada con esos senadores mediocres" pondrá las cosas en su lugar.