#YoSoy132 se autodefine como un movimiento ciudadano, apareció como consecuencia de los hechos por todos conocidos, que se suscitaron en el mes de mayo en la Universidad Iberoamericana, inicialmente el colectivo precisó su naturaleza “apartidista” tiempo después deserciones en los cuadros de dirección hicieron público lo que muchos presuponíamos: es un títere al servicio de la élite de los partidos agrupados en la coalición Movimiento Progresista. 

Presuntamente #YoSoy132 se integró mayoritariamente por estudiantes, lo que hace suponer que sus asociaciones y decisiones estarían gobernadas por la voz serena de la razón, pero no es así, sus alianzas son con organizaciones  antítesis para la eficiencia laboral y educativa, por ejemplo el SME, la CNTE y los excluidos de la educación superior, lo que ocasiona que al interior de sus asambleas priven los gritos de las pasiones bastardas, que llevan al planteamiento de peticiones inverosímiles como: Juicio político a personas inimputables; anulación de candidaturas a cargos de elección popular; solicitud a la Organización de las Naciones Unidas y la Corte Interamericana de Derechos Humanos para invalidar la elección presidencial; y por supuesto no podemos olvidar que sus afines rechazados por la UNAM o el IPN piden la eliminación de los concursos de selección para el ingreso a universidades e institutos de educación superior. 

#YoSoy132 logró que se transmitiera por XEWTV y XHDF el segundo debate entre candidatos presidenciales, después organizaron uno propio a través de Internet vetando a los pocos canales de televisión que se habían interesado en éste, obteniendo consecuentemente un rating muy pobre. Durante la Jornada Electoral y los cómputos de ésta, se apersonaron en diversos lugares como las casillas y Juntas Distritales del IFE, cuando verificaron la transparencia del proceso y ante la inminente entrada de la noche sin ninguna irregularidad que pudieran documentar, decidieron que era mejor opción dedicar ese tiempo a una lunada. 

Los chamarileros de López Obrador, insisten en hacernos creer que el colectivo aludido representa a la “primavera mexicana”, los miembros de éste cada día crean una versión más bizarra y mediocre del Movimiento Estudiantil de 1968, lo cual es un síntoma inequívoco de que #YoSoy132 se extingue, la endeble asistencia a la marcha del domingo 26 de agosto de 2012, adminiculado a la falta de legitimidad en todos los planteles de educación superior, son las mejores pruebas que en unos meses sólo quedará el recuerdo. Para todos los que participaron con convicción, los Attolini y demás les darán las gracias por participar, pues finalmente esos falsos líderes, más temprano que tarde tendrán un lugar en la Asamblea Legislativa o en el Gobierno del Distrito Federal, tal y en su momento lo obtuvieron los integrantes del desparecido Consejo Estudiantil Universitario (CEU). 

No es casualidad que Salvador Allende dijera: “La revolución no pasa por la universidad, y esto hay que entenderlo, la revolución pasa por las grandes masas, la revolución la hacen los pueblos, la revolución la hacen, esencialmente, los trabajadores”.