“Yo voté por AMLO y me arrepiento”, es el título de una exitosa videocolumna que realicé en mayo de 2019.  

Analizaba allí esta frase publicitaria utilizada por falsos arrepentidos de haber votado por el hoy presidente de México (algunos quizá auténticos; pocos de acuerdo a las estadísticas), por los que han perdido privilegios con el nuevo gobierno y por la oposición que llegaría a ser conocida como “moralmente derrotada”.

A dos años del histórico triunfo electoral de julio de 2018, reitero mi apoyo crítico y crítico apoyo a López Obrador y su gobierno, y no por algún beneficio personal sino por el solo deseo de lograr al fin en México un país democrático. Ha sido una lucha ardua desde aquella primera gran elección de 1988 que se convertiría en un primer gran fraude; antecedente de la dolorosa experiencia de 2006 y sus nefastas consecuencias.

Y si es necesario explicar el porqué del apoyo hay que hablar en principio del programa social y la obra pública. En el primer punto, estoy absolutamente convencido del fortalecimiento de lo que se ha llamado la base de la pirámide social a través de programas como el de Adultos Mayores, Jóvenes Construyendo el futuro, Beca para Discapacitados, Sembrando Vidas, educación gratuita y beca para los estudiantes, servicio de salud universal, etcétera. En el segundo, creo totalmente en la importancia de la construcción de grandes obras que ofrecen empleo y desarrollo y aun elementos idílicos para el turismo como el Tren Maya y el Corredor Trans-Ístmico, la refinería de Dos Bocas, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y algo en lo que se repara poco, la conclusión de obras dejadas en el abandono por los gobiernos del PRI y el PAN: puentes, carreteras, hospitales, escuelas, sistemas de transporte, etcétera; buena determinación del gobierno federal materializarlas en beneficio de los diferentes Estados del país y sus ciudadanos.

En el rubro de la seguridad se avanza con la creación de la Guardia Nacional que cumple su primer año este julio e incorpora a cerca ya de 100 mil integrantes. La Fiscalía General de la República da un paso muy importante en dos temas cruciales, el caso Ayotzinapa y el caso Lozoya Austin/Odebrecht. La Fiscalía de Inteligencia Financiera también ha hecho progresos investigando y congelando cuentas de la delincuencia organizada. El de la seguridad es un tema difícil, el mayor reto de este o cualquier gobierno, sobre todo, con la inercia de violencia y corrupción que se ha heredado.

Por último, lo más importante. El combate frontal y radical a la corrupción. Esta es la base, la condición esencial para construir ese país democrático al que aspiramos. Que no haya privilegios, impunidad, delincuencia dentro del gobierno, que haya austeridad y que las empresas grandes paguen impuestos. Sólo así se tendrán los recursos públicos para permear en la base de la pirámide social y a partir de allí construir un mejor futuro para México y los mexicanos; para vivir en paz y con tranquilidad. Por eso reitero mi voto y es momento de decir con apertura y libertad: Yo voté por AMLO y NO me arrepiento.

Videocolumna: