Imaginé por un momento a los 100 mil asistentes a la plancha del zócalo al concierto del genial Paul McCartney , con un arma de fuego en las manos y vi. los rostros del poder asombrados y movidos a la reacción , después imaginé a esos mismos asistentes con una buena obra literaria en sus manos, digamos de temas como economía , finanzas, historia, tecnología del petróleo etc. y vi los mismos rostros del poder ahora cubiertos de pánico en una mueca fantasmal impregnada de terror.

 

Durante esta agonizante semana que coincidió con la fecha de celebración de nuestra sagrada progenitora apropósito de tan significativa fecha durante todos mis ingresos a esta poderosa Red Social que nos concierne llamada Twitter no pude ver sino una y otra vez como temas principales de discusión las llamadas mentadas de madre, lo mismo a candidatos que a comunicadores y alguno que otro personaje más o menos público que tuviera la osadía de cruzarse en el camino.

 

Estos sucesos no son un asunto menor e intrascendente, son de menos sumamente tristes, pues esta hasta ahora útil red social ha servido como una valiosísima herramienta para contrarrestar los nocivos efectos de la ignorancia la desinformación y el fanatismo sembrados por los altos círculos del poder y sus medios de comunicación cómplices e incondicionales.

 

Tal vez el fuego se combata con fuego (y eso controlado) pero el fanatismo nunca se combate con fanatismo, esto tiende a crear un círculo vicioso y sólo lo fortalece más, las altas estructuras del poder siempre se encontrarán encantadas cuales pacientes buitres de ver como dos fieras se destrozan en la candente estepa porque saben que después de la reyerta les espera un gran festín.

 

No caigamos en la trampa, en todo fenómeno social de gran escala como el que nos envuelve en estas trascendentes fechas electorales siempre se encuentran misteriosas y casi invisibles manos “moviendo la cuna” desde todas las corrientes ideológicas que alimentan el odio y el rencor entre los grupos sociales involucrados, si acaso no nos hemos dado cuenta llevamos más de un siglo de cruentos enfrentamientos armados en los que los ganadores han sido una y otra vez los mismos, nunca la ciudadanía.

 

La brillantez alcanzada alguna vez por la República Francesa le debe mucho más a su ilustración que a su misma revolución, no despreciemos el inmenso valor de las ideas, son estas y no la violencia las que cimbran a las estructuras  del poder y lo que alguna vez, si es que se da el caso, le dará ese tan anhelado empoderamiento al ciudadano, lo demás será una y otra vez PAN con lo mismo.

 

Héctor Alcántara Cerezo

Twitter  :  @hectormxsmart