La muerte es el comienzo de la inmortalidad<br>

Robespierre

Los aparecidos

Recordamos, evocamos y brindamos por aquellos quienes partieron antes que nosotros. Amigos, familiares, conocidos, “regresan” del más allá para celebrar las alegrías de la vida. ¿Qué pasaría si se aparecieran don Julio Scherer o José López Portillo?, ¿qué dirían Hidalgo, Morelos, Madero, Juárez y Cárdenas de encabezar la imagen —que no el rumbo— de la 4T? Pues bien, conjuremos a los héroes que nos dieron patria y libertad para “preguntarles” que piensan del México de hoy.

Don Miguel Hidalgo y Costilla

Guadalupano, ilustrado y padre de la patria. Seguro le aplaudiría a Andrés Manuel haberle puesto “Morena” a su partido político; ¡qué mejor recordatorio de la Virgen de Guadalupe, “la morena del Tepeyac”!

Tal vez criticaría que no sirvieron tequila en la fiesta del 15 de septiembre, y que a López Obrador no le gusten los avances tecnológicos. Don Miguel había estudiado los libros más avanzados en su momento para el mejor cultivo de moreras y, con ellas, tener muchos gusanos de seda. Consideraba que era necesaria la tecnología para avanzar.

José Ma. Morelos y Pavón

Estaría infartado. Cuando dejó el curato para seguir a Hidalgo, se informó de lo relativo a estrategia militar para poder ejercer el mando sobre los grupos de personas que conformaban el “ejército” trigarante. Fue reconocido como un gran militar (sin haber estudiado formalmente) y profesaba admiración hacia los ejércitos. De hecho, dictó, decretos para:

√ Evitar el ataque con fuerzas inferiores al enemigo.

√ Observar el escalafón militar basado en méritos.

Para él era muy importante lograr una cohesión social entre los habitantes de México, por lo cual uno de sus decretos más importantes en ese rubro versó sobre el “Castigo a cualquier intento de guerra de castas y pecados públicos”. Morelos pugnaba porque no se alentaran las diferencias entre mexicanos.

Benito Juárez

Después de que desamortizó los bienes de la Iglesia, sería casi imposible que tomara a bien la concesión por parte de la 4T de dar un canal a la iglesia cristiana (o a cualquiera), así como que el reparto de la cartilla moral este a cargo de dicha congregación religiosa. Uno de los temas por los cuáles más luchó fue para lograr la separación del Estado y de la Iglesia, y las actuaciones de la 4T en este rubro los alejan del pensamiento de Juárez.

Tampoco entendería por qué Andrés Manuel no quiere viajar al exterior. Juárez gestionaba su relación con el vecino del norte desde Estados Unidos donde estuvo en múltiples ocasiones.

Francisco I. Madero

El más “fifí” de los presidentes que ha tenido México. No entendería por qué Andrés Manuel se niega a viajar o a implementar lo último de la tecnología en el campo mexicano. Tampoco por qué no habla inglés o francés como él. Menos aún esa animadversión por los “fifís”. Seguramente lo que más le entristecería sería la actitud permisiva al ataque directo al valor del voto en Baja California. La burla al voto de los ciudadanos, recuerda su frase célebre: “sufragio efectivo, no reelección”. Entrados en la comida, le regañaría. Madero era vegetariano (un adelantado a su tiempo) y cuidaba mucho su alimentación.

Lázaro Cárdenas

Como general del ejército, sería un poco complicado que comprendiera la relación del presidente con los militares. Tampoco su insistente petición de perdón a España. No olvidemos que Cárdenas le plantó cara a la dictadura militar española, de dos formas: aceptando a miles de migrantes que venían huyendo de Franco, y en el mismo sentido, nunca habló mal del pueblo español, ni el de la conquista, ni del que llegaba a tierras mexicanas. Cárdenas nunca reconoció el gobierno encabezado por Franco, ergo no entendería la alharaca de la actual 4T en favor de los gobiernos de Cuba y Venezuela.

En el caso del petróleo, seguro le gustaría si la inversión en Pemex representara un beneficio al país. Viendo los elevadísimos costos de invertir en dicha empresa, tal vez cambiaría su percepción.

No querían la historia, esa les llegó después

Ninguno de los héroes quienes detentan el símbolo del actual gobierno pensó o previó ser parte de la historia o estar haciendo historia. No es que no les importara, simplemente tenían otras cosas que hacer; no podían darse el lujo de voltear a ver el pasado o a imaginarse en los libros de historia. Tan solo su ocupación y preocupación era construir un mejor México. Lograron su objetivo de distinta forma, y solo de soslayo les seguimos recordando como transformadores de nuestra patria. Habría que tomar nota.