Bonilla tiene doble ciudadanía... la mexicana es para clavarse el dinero... y la de EU, para gozarlo!!!<br>
@CarlitoS_lim
Club Campestre Tijuana
Jaime Bonilla, gobernador de Baja California, lo intenta de nuevo; igual de ilegal que en otras ocasiones, haciendo caso omiso a las instituciones y a la normatividad. Eso sí, ensayando las jugadas que después replica el gobierno federal con resultados inciertos y terribles.
Primero trató de ampliar su periodo como gobernador. El tema escaló a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde hoy el desaparecido Zaldívar —quien pareciera que, cuando se trata de él como beneficiario, siempre sí le gusta alargar periodos gubernamentales— explicó lo inconstitucional del capricho de Bonilla.
El caso es que el ejecutivo local ha salido ahora con la petenera de que quiere expropiar el Club Campestre de Tijuana. Basa su arbitrariedad en una encuesta de la cual de la cual solo él posee los datos. Según Bonilla, el 77% de la población está de acuerdo con que el Club se convierta en un parque público.
Dicha iniciativa no va a prosperar, si bien el sainete puede que crezca hasta llegar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Y es que de seguro lloverán amparos contra este acto de la autoridad, muchos de ellos los presentarán gente importante e influyente de Tijuana. Se pronostica un buen espectáculo (calidad 4T), pues dentro de quienes defenderán el predio se encuentra el expresidente de Tijuana, Arturo González Cruz quien, a pesar de ser también morenista, tiene encontronazos con el gobernador de forma constante.
Pero mientras esto sucede, Jaime Bonilla sumará nuevos adeptos entre la población de Tijuana; sobra gente maleable que está gustosa de que el gobernador les “regale un parque”. Ese es el objetivo; como es costumbre, todo sea por ganar votos...
Olvida Bonilla que una buena parte de las personas que vitorean su propuesta no votarán en Baja California, y menos en Tijuana, dada su amplia población flotante. Podría llegar a ser que los verdaderos cachanillas empadronados prefieran que el parque se deje cómo está, siendo un pulmón de oxígeno, en lugar de que sea destruido por quienes solo están de paso por su ciudad.
Lo anterior no quita, obviamente, que la demagogia y el populismo se dé igual en todos lados, ya sea en las izquierdas o en las derechas. No se olvide que Jaime Bonilla es empresario.
Pero más allá de que su capricho se logre cumplir o no, este mandatario vuelve a intentar un experimento en su tierra que después podrá ser replicado a nivel nacional, con implicaciones de carácter exponencial a las que se observan hoy en Baja ante dicha propuesta.
Una de ellas es la sorna que ha ocasionado lo que ofrece Bonilla por el Club Campestre: solo el 10% de su valor comercial. ¡Vamos! Lo ofrecido por el predio ni siquiera alcanza el monto catastral asentado en las escrituras.
Respecto a las expropiaciones, y volviendo al plano federal, se han escuchado voces que señalan que con la nueva ley de hidrocarburos la expropiación será el siguiente paso en la forma de restringir la presencia del capital privado en la industria. Si esto sucede, la incertidumbre sobre las inversiones en nuestro país será absoluta y con ella continuará la migración de capitales e inversiones a otras latitudes.
Por si fuera poco, Jaime Bonilla viola la ley incluso en el plano personal. Solo así se entiende que, estando la frontera terrestre con Estados Unidos cerrada para visitas por motivos recreativos para cualquiera que no sea norteamericano, Bonilla recién haya podido asistir a un juego de béisbol en Los Angeles.
¿Será acaso que continúa teniendo su pasaporte estadounidense, violentando lo que establece la Constitución?
Cuestión menor, pero que también habría que notar, es que no avisó al congreso estatal de que saldría del estado, como lo marca la ley de la entidad. Mas violar la constitución local seguro es parte de la hipocresía y el desprecio por la ley del gobernador.
Las jugadas que vemos en la 4T a nivel nacional primero se ensayan en Baja California. Hay unas que funcionan, otras que no.
Bonilla va de nuevo; una nueva jugada a probar, un nuevo problema que se vislumbra, una nueva arbitrariedad.