El tema de la semana ha sido sin duda el famoso proyecto sexenal “el Tren Maya” cuya apertura llevada a cabo por el presidente Andrés Manuel López Obrador pareció exitoso con el discurso progresista perfecto que deja ver la victoria de unos y el atropello de muchos.
Este impulso de reactivación económica para la Península como se ha dicho inclusive por la misma ONU, es sin duda una clásica faramalla de cambio que el político asegura desde siempre con las palabras de inclusión para cualquier contienda electorera.
Misma que al final excluye a la población en general, atiende a falsas promesas y trueques absurdos con tal de lograr los beneficios de unos pocos en gran medida y las migas para la mayoría.
Los tan respetados pueblos originarios que luchan por mantener su entorno de vida intacto, han sido hechos a un lado, pues la indiferencia y los sobornos no han quedado atrás, además de la espera eterna de ser escuchados para beneficio comunitario.
Es así como el poeta maya Pedro Uc Bec que encabeza la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal, cuya finalidad es la de proteger las tierras de los pueblos originarios de Yucatán describe como un atropello y despojo el Tren Maya transmitiendo la exclusión, la falta de un proyecto ejecutivo y estudios de impacto ambiental.
Pero la gota que derrama el vaso, según Uc Bec es la manipulación y engaño de la gente con la firma en hojas en blanco, con dudosas sociedad e inversiones y mil 300 pesos para dar su conformidad.
De ser así, las supuestas acciones de transparencia para el pueblo y parte del discurso progresista de inclusión, quedan atrás al mostrar la clásica faceta por la que la gente muestra el repudio de cualquier proyecto que tenga acciones de dudosa legalidad, pero sobretodo de no escuchar la inconformidad de muchos después de una dudosa consulta.
Hoy parte de las comunidades originarias están heridas, molestas y no olvidan palabras con tanto desdén que el jefe de la oficina de la Presidencia y el titular del Fondo Nacional del Fomento al Turismo (Fonatur) han dicho como “muertos de hambre” o “jaguares gordos y niños famélicos”.
Con esas palabras que a pesar de tener tiempo reafirman la discriminación racial que impera en el país y sólo muestran el interés de pocos, el mismo Uc Bec ha definido que “imponer un tren sobre la vida, es una amenaza de muerte”.
La poeta Sherwin Bitsui definiría de forma perfecta no sólo la poesía y el pensamiento maya sobre el valor de la vida, sino también la indiferencia a los pueblos originarios con las palabras “¿Qué tierra has lanzado desde la región borrosa de tu rostro? ¿Qué nación hincada con marcas de agua, fue sacada de la extinción a puros filmes y mostrada en semejanza de escarcha?”.