El pasado 5 de mayo el Partido de la Revolución Democrática (PRD) cumplió otro año de vida, sumando un total de 23 en los cuales ha sufrido una serie de acontecimientos que han marcado su rumbo y los retos que tiene por delante como organización son por demás complejos. Desde el punto de vista de la ciencia política el PRD es un partido de corte carismático, es decir, su origen se debe en gran medida a la influencia de un líder capaz de aglutinar diferentes fuerzas (en esta caso progresistas y de izquierda) para la conformación de una organización.

Desde 1987 se venía gestando el origen de la oposición de izquierda más consolidada, una de sus alas más importantes rompió con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), personajes como Porfirio Muñoz Ledo, Cuauhtémoc Cárdenas, Carlos Tello, Rodolfo González, Eduardo Andrade, Augusto Gómez, Mario Vázquez, entre otros, fueron los precursores de lo que más adelante se conocería como la Corriente Democrática, cuyo objetivo era democratizar los mecanismos de selección de candidatos a puestos de elección popular al interior del partido, algo que no consiguieron y ante la ola de represalias muchos decidieron desistir alineándose a los viejos mecanismos, mientras que otros optaron por correr el riesgo. Es así que se dio una ruptura que marcaría el rumbo de la democracia mexicana, muchas organizaciones opositoras al PRI, partidos legales y clandestinos se articularon en torno a una causa común: respaldar la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas a la Presidencia de México.

Una vez que esta aspiración se trunco, algunos dirigentes llamaron a la constitución de un partido político, cuyo mando quedó en manos del ingeniero Cárdenas, así nació lo que hoy conocemos como PRD. Desde entonces han observar los rasgos originarios del PRD: el liderazgo y autoridad carismática de Cuauhtémoc Cárdenas, además de una ambigüedad ideológica pese a ello el partido mantuvo una actitud crítica hacia un gobierno que consideraba ilegítimo.

Durante estos años el PRD ha caminado un laberinto en búsqueda de una institucionalizción que le permita procesar sus conflictos internos de tal suerte que no exhiba sus peores demonios heredados de hacer política del PRI. No obstante esta tarea no es nada sencilla, el partido ha marcado la pauta para vivir de manera constante en disputas al formalizar las corrientes de opinión o tribus, lo menos que necesita México es un partido de izquierda incapaz de generar acuerdos a su interior.

Estos desacuerdos y disputas han cobrado facturas caras al perredismo, tanto en la salida de sus cuadros, así como en el terreno electoral prácticamente su único

bastión es el Distrito Federal, cuyos votantes han dado muchas oportunidades al partido, así como omitido errores que no parecen opacar la forma de gobernar de los tres Jefes de Gobierno, y es muy probable que obtenga la victoria por cuarta vez.

Ante un aparente regreso del PRI a la Presidencia de la República, el PRD necesita de manera urgente una consolidación en el terreno electoral, además de mostrarse con marcadas diferencias de los partidos de derecha, tiene la obligación de aglutinar a movimientos y organizaciones progresistas, así como asumir una identidad de izquierda clara. La elección presidencial y de Jefe de Gobierno en la Ciudad de México representan coyunturas donde se puede marcar la diferencia, ambos candidatos, sobre todo en el primer caso, gozan de una trayectoria sólida, Andrés Manuel López Obrador se ha mantenido vigente en la opinión pública, ha logrado alcanzar algunos sectores que el 2006 simplemente lo rechazaron, aunque ahora el camino es mas sinuoso y complicado, debido a que se enfrenta a oligarquías que no están dispuestas a dejar sus privilegios.

Por ello, ante un sistema capitalista que ha ido exacerbando la explotación del hombre por el hombre, la desigualdad social, económica y política, se requiere de una organización articulada con los ciudadanos dispuestos a participar y caminar desde la izquierda, a estos 23 años el camino del PRD se muestra aun más complicado, pero puede que esto sea una oportunidad para enderezar el camino y tomar el rumbo adecuado…