La primera impresión al escuchar la voz del maestro Ramón Bernal es contundente. Las palabras, las groserías y el razonamiento de una persona que tiene poder sobre otra por el simple hecho de ser hombre es creíble. Es cotidiano, es común, es censurable pero está normalizado.

Como quedó expuesto en la primera nota publicada en SDPnoticas en su primer párrafo, deseábamos que se tratara de una campaña o un video sacado de contexto pero que de ninguna manera ignorábamos que existen hombres que se expresan así de sus parejas sentimentales. En la privacidad del hogar, frente a sus hijos, al interior de una habitación.

No recuerdo ninguna campaña contra la violencia intrafamiliar que exponga con tanta claridad el punto. Tampoco alguna sobre violencia de género que haya tenido el alcance que han tenido los dos minutos expuestos de la clase del profesor.

Efectivamente, los dos minutos del video fueron sacados de contexto pues forman parte de una clase de una hora que Bernal Urrea impartió a sus alumnos de bachillerato en Guadalajara. Pero que hoy es una clase que llegó a todo el país.

Mediante un comunicado, el maestro asegura que la clase tenía por objeto:

Y sí. En el marco del Día de la Mujer, fecha en la que las felicitaciones llueven por encima del reconocimiento a las condiciones de desigualdad que prevalecen entre hombres y mujeres, es que el objetivo de la clase se cumplió. Más de uno habrá hecho conciencia sobre cómo se expresa la violencia de género en el hogar; cómo prevalecen situaciones de dominación que pocas veces ven luz pública, que muchas mujeres callan y muchos hijos crecen bajo ese modelo de roles.

En su comunicado, el maestro ofrece una disculpa a sus compañeros profesores, al personal, a sus familiares, sus amigos y conocidos. Creo, Ramón Bernal, que no debes disculparte, al contrario. Todo México debe reconocer en ti a un docente que rompió la cotidianidad de una clase para mostrar esa desigualdad y violencia de género por la que hoy en México y en el mundo muchos saldremos a la calle. Hoy tu clase trascendió el aula y está mostrando a jóvenes y adultos lo que ya no estamos dispuestos a tolerar y que no tenemos que replicar si es que queremos tener una sociedad educada en el respeto, la igualdad y la paz.

Como editora de este portal y personalmente, te ofrezco una disculpa por los daños que la divulgación del video sacado de contexto causó a tu reputación.