El Partido Acción Nacional en Chiapas está herido sí, pero aún respira, convalece, está vivo; respira a pesar de las puñaladas traperas de Carlos Palomeque Archila; a pesar de las traiciones irredentas de Vicente en el Comité Directivo Municipal en Tuxtla; a pesar del desmedido protagonismo de Paco Rojas en los comicios de julio pasado. A pesar de los pesares, ahí está; aun pervive.
Y si patalea aún, es a gracias a esos panistas apasionados, entregados en cuerpo y alma; el famoso voto duro, el que le da oxigeno y siembra esperanzas para creer que el PAN es un instituto político que puede dar la batalla en el 2018.
Y para eso se preparan, ya que se avecina la elección interna para suceder a la dirigencia más corrupta que ha tenido el panismo en Chiapas; la más corroída; para correr al enemigo número uno del PAN.
Como era de esperarse en estos tiempos, en que la mujer ocupa un lugar preponderante no solo en el hogar sino en la política y en la función pública; dos panistas se disputarán la preferencia y confianza de los miembros del partido azul: Janet Ovando y Mirna Camacho.
Definitivamente la primera haría un excelente papel, más allá de despertar confianza y empatía con los panistas de diversos municipios de Chiapas.
Doña Mirna, ya ha sido representante popular, tiene experiencia en la vida política del partido, pero no le ayuda su pasado sabinista y su reciente aparición a lado de su exesposo en las campañas proselitistas de julio pasado.
Sin embargo la señora Ovando tiene todas las posibilidades de atraer la atención, para contar con todo el apoyo y el impulso de la dirigencia nacional del PAN con Ricardo Anaya, joven político que ha despertado el interés de muchos de los jóvenes y jóvenes maduros mexicanos; Janet entre ellos.
La mutación del PAN de contar con cambios radicales, de tajo; hacer a un lado el pasado reciente, podrido, consumido por la corrupción, sometido a las negociaciones en lo oscuro y en la vergüenza de la traición al que lo ha llevado Palomeque Archila.
Para lograrlo se necesitan más de tres años, así que Janet Ovando tendrá que implementar un ritmo de trabajo arduo e intenso en municipios en donde el PAN tenga un número significativo de simpatizantes y no perder el tiempo en donde su presencia sea nula; la realidad es cruda, pero hay que aceptarla.
Homo Textual
Millonario y descarado desvío de recursos detectaron en el Ayuntamiento de San Cristóbal por parte -presuntamente- de los ex presidentes municipales Francisco Martínez Pedrero y Roberto Morales Ortega, a tal grado que pueden pagar con la cárcel... La Auditoría Superior de la Federación se dice que ha detectado, en la auditoría del 2013, cerca de 43 millones de pesos de programas mal ejecutados... Por su parte el Órgano Superior de Fiscalización del Congreso del Estado descubrió 101 millones de pesos que presuntamente fueron desviados a las bolsas de los dos ex alcaldes... Además que "los socios" sustrajeron documentación oficial de la Cuenta Pública, constituyendo otro delito... Se calcula que entre todos los recursos faltantes se llegue a la cantidad total de 500 millones de pesos en observación... Nadita, ¿no?
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