La expansión de la pandemia de Covid-19 en México ha dejado al descubierto la falta de infraestructura hospitalaria que hay en el país y esto es aprovechado por los adversarios del gobierno de la Cuarta Transformación para intensificar su campaña mediática que fustiga la aparente incapacidad de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador para enfrentar la crisis sanitaria.

Noticieros de radio y televisión, además de reportajes en medios impresos de circulación nacional, a diario nos hablan de las malas condiciones de hospitales públicos la saturación de estos y de la “pésima” atención que prestan a los pacientes infectados de Coronavirus, así como de la falta de equipo sanitario de médicos y enfermeras para realizar su trabajo.

La falta de infraestructura hospitalaria, no empezó con la actual administración, ni tampoco se debe a la aparición de la epidemia que azota actualmente al mundo, pero los opositores al gobierno quieren demostrar lo contrario, aunque esta situación lleva décadas.

El abandono al sector salud es una problemática que enfrenta el actual Gobierno y, de acuerdo con la Secretaría de Salud, se han detectado que en el país existen más de 300 hospitales abandonados, en proceso de construcción o suspendidos en los sexenios de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.

López Obrador reveló que 300 hospitales están abandonados en el país, ya sea porque no los concluyeron o porque no les dotaron del personal necesario para operarlos.

El presidente de México explicó que “hay 300 hospitales abandonados, a veces se terminaban, pero no había presupuesto para equiparlos, ni para operarlos con médicos, con medicamentos. Y un hospital en términos generales significa que en la obra se requieren 500 millones, otros 500 para operar por año”.

El jefe del ejecutivo ha dicho en varias conferencias mañaneras que hubo hospitales que se inauguraron en administraciones pasadas, pero estos centros de salud estaban en obra negra y con falta de equipo médico debido a la corrupción.

El pasado 18 de diciembre el subsecretario de Salud Hugo López Gatell Ramírez, dijo que en varios Gobiernos estatales el desvió de recursos y corrupción habrían dejado 320 hospitales y unidades médicas abandonadas en los últimos 12 años

La revista digital “Cuestione” documentó en febrero de este año "que son casi ocho mil millones de pesos los que necesitan los gobiernos de 18 estados para concluir las 166 obras hospitalarias suspendidas, algunas de ellas desde hace más de 10 años, de acuerdo con una respuesta de la Secretaría de Salud (SSA), vía transparencia”.

El exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, dejó 59 hospitales parados, y los exgobernadores de Veracruz Javier Duarte, y Fidel Herrera , dejaron sin terminar de construir 35 centros de salud.

Una de las obras más emblemáticas del gobierno de Oaxaca sería el Hospital General de Especialidades de Matías Romero en la región del Istmo, que empezó su construcción en 2009, cuando el gobernador del estado era Ulises Ruiz y el presidente de México era Felipe Calderón.

El centro de salud de Matías Romero no podrá terminarse porque no es viable que eso pase, ya que la obra negra está en una ladera y con el terremoto de septiembre 2017 la construcción quedó con fallas estructurales que hacen casi imposible poderse reparar.

El exgobernador de Chihuahua, César Duarte, inició en 2014 las obras del hospital de Especialidades y Cancerología de Ciudad Juárez, mismo que jamás ha entrado en funciones . Hoy está en el abandono y con huellas de vandalismo. Para este proyecto la administración local destinó 700 millones de pesos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su visita al estado de Yucatán del pasado 20 de septiembre, exhortó a la empresa constructora del Hospital de Ticul a dialogar con la administración federal para solucionar el conflicto que mantiene con el gobierno del estado por la edificación y operación de esa clínica.

El titular del Ejecutivo afirmó que la empresa Infraestructura Hospitalaria de la Península S.A.P.I. de C.V., y su obligado solidario, Marhnos Construcciones S.A. de C.V. que le fue dado el encargo de la construcción y operación del hospital está exigiendo al gobierno de esa entidad un pago por un supuesto incumplimiento de contrato por varios millones de pesos.

La inversión anunciada para su construcción fue de mil 173 millones de pesos, pero debido al contrato firmado con la empresa constructora, relativo al tiempo y la cantidad que el Ejecutivo estatal pagaría anualmente, la cifra se elevaría cinco veces.

El origen de la disputa por el centro de salud se originó tras las críticas de los pobladores por el atraso en la construcción, por lo que el gobierno de Yucatán rescindió el contrato a la compañía por no haber cumplido con la entrega de la obra y el inicio de la prestación de servicios en los plazos establecidos.

La compañía Infraestructura Hospitalaria de la Península que dirige José Manuel Fortes ha recurrido a diferentes procedimientos jurídicos en contra de los Servicios de Salud de Yucatán (SSY), exigiendo el pago de más de 520 millones de pesos por la cancelación anticipada del contrato.

La compañía constructora interpuso dos demandas ante la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, para solucionar el conflicto: la primera fue rechazada y en el caso de la segunda falló a favor de que la empresa cobre las cantidades que invirtió en la realización de la obra, que ascendían a los 723 millones de pesos.

En abril de 2017, la SSY se dijo dispuesta a pagarle 125 millones 51 mil 765 pesos a la empresa , pero ésta lo impugnó ante el Tribunal de Justicia Administrativa de Yucatán.

El Gobierno de la Cuarta Transformación se ha comprometido a concluir y poner en funcionamiento varios hospitales y aumentar la oferta en materia de salud pública.

La actual administración ha puesto en funcionamiento varios hospitales que estaban abandonados por pasados gobiernos, ejemplo de esto es el Hospital de Tlaxiaco , Oaxaca.

Son muchos los proyectos de infraestructura que empezaron en los gobiernos federales anteriores y que han sido abandonados, dejando una estela de pérdidas a los erarios federales y estatales y el no poder satisfacer las necesidades de la población en salud, educación, vivienda, transporte entre otros.

La campaña mediática contra la actual administración federal debe detenerse y contar los esfuerzos que se están haciendo para enfrentar esta terrible epidemia.