El expresidente Felipe Calderón Hinojosa, ha estado muy activo en su red social de twitter, difundiendo noticias falsas “fake news” sobre cómo enfrenta el gobierno de la Cuarta Transformación la epidemia de coronavirus así como la forma de cómo afronta la actual administración los problemas económica que está causando esta enfermedad.

Entre los muchos tuits con información falsa que ha publicado el político michoacano destaca uno donde se queja del Decreto que ordena la desaparición de los fideicomisos públicos sin estructura orgánica, diciendo que:

“Muchos de los fideicomisos expropiados son reservas económicas del país para hacer frente a gastos futuros estimados actuarialmente. Por ejemplo, fondos para el pago de pensiones, o el de gastos catastróficos en salud, que pagaría hemodiálisis futuras dado el # de diabéticos hoy”.

Los datos que tiene Calderón son inexactos, tendenciosos y de mala fe, ya que el Decreto emitido el pasado jueves 2 de abril es muy claro en su Artículo 5° el cual dice expresamente lo siguiente:

ARTÍCULO 5.- Quedan excluidos del presente Decreto aquellos fideicomisos públicos, mandatos o análogos constituidos por mandato de Ley o Decreto legislativo y cuya extinción o terminación requiera de reformas constitucionales o legales, así como los instrumentos jurídicos que sirvan como mecanismos de deuda pública, o que tengan como fin atender emergencias en materia de salud o cumplir con obligaciones laborales o de pensiones”.

El esposo de Margarita Zavala, también presume en cuenta de twitter lo “exitoso de su gobierno cuando fue presidente” cosa que es por demás discutible, cuando los números oficiales son muy distintos a los que él tiene.

Tengo otros datos de cómo fue en realidad el gobierno calderonista en lo económico

La herencia que dejó la administración de Felipe Calderón en lo referente a lo economía se ha convertido en un lastre para el crecimiento y desarrollo del país. Las políticas instrumentadas por el ejecutivo federal en el sexenio del hoy líder de México Libre, fueron por decir lo menos, bastante erradas, y trajeron como consecuencia un crecimiento mediocre del Producto Interno Bruto (PIB) (el más bajo en los cinco últimos sexenios), el aumento del porcentaje de pobreza de la población, el aumento récord de la deuda interna e externa, aunado con el aumento del desempleo, crecimiento de personas ocupadas en la economía informal, además de que se hizo una pésima política de gasto público.

Los ingresos petroleros del país durante el sexenio del gobierno de Calderón aumentaron en un 69.8 por ciento con respecto al sexenio de Vicente Fox, solamente en lo que respecta a excedentes petroleros el segundo gobierno panista recibió aproximadamente 737 millones de pesos extras a lo presupuestado, lo que representa el 20 por ciento del presupuesto público federal del 2012.

Los informes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) son poco claros y no sabemos realmente en qué se gastaron los aumentos de los ingresos petroleros y los excedentes el sexenio pasado. Lo que sí puede saberse es que en el sexenio que concluyó el primero de diciembre del 2012; de acuerdo con los reportes de la SHCP, más del 70 por ciento fue destinado al pago de recursos humanos y contrataciones de bienes y servicios. Las épocas de bonanza petrolera suelen suponer la contratación de nuevo personal que, pese a que los ingresos sean menores, hay que mantener años posteriores, y el pago de primas y sobresueldos adicionales, sobre todo de funcionarios de primer nivel.

El aumento de los ingresos petroleros lejos estuvo de usarse como palanca del desarrollo económico del país en el gobierno de Felipe Calderón, ya que este ingreso extraordinario sólo sirvió para aumentar subsecretarios, jefes de unidad, directores generales adjuntos, directores y subdirectores de área, jefes de departamento y personal de enlace ? que sumaron 1 mil 531 plazas- y engrosar la burocracia del Poder Ejecutivo Federal. Esto únicamente en los dos primeros años de su gobierno, datos revelados en el informe del resultado de la fiscalización superior de la Cuenta Pública 2008, dado a conocer por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Solamente en 2008 había 85 mil 11 servidores públicos en puestos de mando y de enlace de las 18 secretarías de Estado; la presidencia de la República, la PGR y la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal gastaron 30 mil 894 millones de pesos del presupuesto anual, equivalente al 45 por cientto de los recursos que se ejercieron en toda la plantilla de empleados del Poder Ejecutivo federal de ese año.

En contraste, del 2006 al 2008 se redujeron 5 mil 120 plazas de personal de apoyo, es decir de burocracia de bajos ingresos.

Las plazas de alta burocracia creadas en la administración calderonista no se pueden eliminar por decreto, por lo que concierne al Servicio Civil de Carrera instrumentado para los funcionarios del sector público.

El despilfarro de los ingresos petroleros y dinero de los contribuyentes en el gobierno de Felipe Calderón no sólo se da en la esfera de sueldos y salarios de la alta burocracia, también lo podemos observar en el aumento del gasto en publicidad, donde la erogación por este concepto en su mandato fue del orden de 39 mil 040 millones 580 mil 390 pesos para publicitar su gestión. Además, entre el arranque y el final de su sexenio, el gasto en publicidad creció más del doble.

Datos de la Secretaría de Hacienda, nos dicen que en el sexenio del líder de México Libre se perdieron casi un billón de pesos subsidiando el consumo de la gasolina, en lugar de invertir en cosas más productivas como transporte público, escuelas, universidades y hospitales.

La economía mexicana lleva más de 30 años con crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) muy mediocre y casi nulo. Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) respecto al crecimiento promedio anual de la economía de los últimos 4 sexenios señalan que en el sexenio de Carlos Salinas el crecimiento del PIB promedio anual fue de 3.96 por ciento; con Ernesto Zedillo del orden del 3.50 por ciento; con Vicente Fox fue de 2.15 por ciento; y con Felipe Calderón, que ha sido el peor, de apenas 1.93 por ciento.

El crecimiento del PIB per cápita en la administración pasada fue de 0.83 por ciento en promedio, lo que significa que el crecimiento económico de cada uno de los mexicanos no llegó ni siquiera el uno por ciento.

El combate a la pobreza en el gobierno calderonista estuvo muy lejos de ser exitoso, ya que la pobreza no sólo no disminuyó sino que aumentó, según datos de CONEVAL del 2008 al 2010 la pobreza en el país se incrementó, de 49 a 52 millones de mexicanos y según datos de la CEPAL en el 2012 (último año del gobierno de Felipe Calderón) en el único país de América Latina, en donde no disminuyó la pobreza y hasta aumentó fue México.

En la administración de Felipe Calderón se crearon el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) y el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE); se aumentó un punto porcentual a la tasa del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que quedó en 16 por ciento y de 11 por ciento en las fronteras; se subieron dos puntos a la tasa del Impuesto Sobre la Renta (ISR), a 30 por ciento; se le impuso un Impuesto Especial sobre Producción y servicios (IEPS) de 3 por ciento a las telecomunicaciones, otro de hasta 30 por ciento a los juegos con apuestas y sorteos y de 53 por ciento a las bebidas alcohólicas. .

A pesar de la creación y subida de impuestos, la recaudación tributaria no aumentó en 2011. Regresó a ser del 10 por ciento del PIB, nivel que ya se había superado en los primeros años del gobierno del panista.

Felipe Calderón en la campaña del 2006 decía que él iba a ser el ¿presidente del empleo?, pero en el tercer trimestre de 2012 la tasa de desempleo fue de 15.1 por ciento, con una población desocupada de 8.6 millones, de personas con interés en trabajar, 2.1 millones más respecto al cuarto trimestre de 2006 lo que representó un aumento de 32.7 por ciento.

Entre 2006 y 2012 el 58 por ciento de los empleos en México se generaron en la informalidad, en condiciones precarias y con sueldos reducidos, esto según datos del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Tenemos que recordar que el ex presidente Calderón extinguió a Luz y Fuerza del Centro, dejando sin empleo a más de 40 mil personas y no hizo nada para salvar de la quiebra a Mexicana de Aviación, cuando podía haber propuesto un rescate de la empresa, como se hizo con General Motors en Estados Unidos y así salvar el empleo de más de 8 mil personas.

La política de endeudamiento, ejercida durante la administración calderonista llevó al país a fijar sus débitos interno y externos netos del sector público federal en un máximo nivel histórico de 3 billones 567 mil 800 millones de pesos y de 123 mil 100 millones de dólares, respectivamente, según datos de la SHCP, en su informe sobre finanzas públicas y la deuda pública a noviembre del 2012.

Los datos de la SHCP nos señalan que en un plazo de seis años la administración de Felipe Calderón aumentó la deuda total en 207.7 por ciento, la deuda interna en 210.1 por ciento y la deuda externa en 202.2 por ciento.

El tipo de cambio fue también otro dato donde la administración del panista michoacano no entregó buenas cuentas, ya que según cifras del Banco de México, en 2006 el dólar se adquiría en 11.04 pesos en promedio; ya para el 2012 la divisa norteamericana, se depreció frente a la moneda mexicana siendo el tipo de cambio de 13.95 pesos por un dólar.

Si bien es cierto que las reservas internacionales aumentaron en la administración de Felipe Calderón, esto se debió más a los altos ingresos petroleros que se tuvieron del 2006 al 2012 y no por un crecimiento de la economía o de las exportaciones.

La expansión de la epidemia de coronavirus, nos tiene que unir, no separar y es inmoral, y hasta delictivo, que un expresidente lance información falsa