El presidente Andrés Manuel López Obrador llamó en la conferencia de prensa del pasado viernes 23 de octubre al Banco de México (Banxico) a bajar aún más la tasa de interés y con ello fomentar que la gente pida créditos a la banca mexicana. El problema no está en la tasa de referencia interbancaria del Banco central sino en las instituciones financieras comerciales que ofrecen préstamos con una alta tasa de interés sin tomar en cuenta el precio del dinero interbancario. 

Banxico es la institución que está encargada en el país de establecer el porcentaje representativo del cobro por las operaciones de crédito entre Bancos que es conocida como tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio y esto lo calcula con base a las cotizaciones presentadas por los intermediarios financieros, es decir es el costo del dinero para las instituciones financieras autorizadas para ofrecer préstamos al público.

 

El negocio de los Bancos y de las entidades financieras está determinado por la tasa de interés, que es aquel porcentaje que se aplica sobre el dinero disponible en el mercado. Básicamente, estas instituciones pagan un interés, denominado pasivo, para los depósitos de los ahorristas, y cobran un interés, llamado activo, para los préstamos que otorgan. Por ende, la tasa de interés es el precio que tiene el dinero. 

Según un estudio de Banco Base, la institución que dirige Alejandro Díaz de León tenía en agosto de este año una tasa de interés de referencia del 5 por ciento que, descontando la inflación del 3.62 por ciento registrada en julio, se ubicaba en 1.38 por ciento real, lo que la colocaba en la novena posición de las naciones con la tasa más alta del mundo. La tasa interbancaria de la Banca central para octubre es de 4.25 por ciento que sigue siendo muy alta. 

A nivel macroeconómico, la tasa de interés tiene un efecto fundamental sobre el crecimiento y la inflación. Si la tasa de interés es baja el consumo aumenta debido al, relativamente, fácil acceso que tienen las personas al dinero. Debido a ello se genera crecimiento económico. Sin embargo, por ese efecto, es probable que también se genere inflación. De ahí, que el Banco Central la mantenga alta para impulsar el ahorro y evitar una tendencia inflacionaria.

El Banco de México utiliza el costo del dinero para mantener el control de la economía, aumentándola cuando quiere frenar la inflación y bajándola por si se presenta un escenario de recesión, como el que existe actualmente. 

La actual crisis económica y sanitaria por la que pasa el mundo debido a las medidas de confinamiento y aislamiento social que se han tenido que se han tenido que tomar para tratar de frenar la expansión de la pandemia de Covid-19 que ha cerró gran parte de la actividad de la economía ha hecho que los Bancos centrales del orbe hayan bajado la tasa de interés de referencia a niveles inusitados con el fin de que empresas y personas adquieran créditos para reactivar la producción y el consumo. 

 

El costo del dinero de referencia nominal es muy bajo en la mayor parte del orbe. Reino Unido tiene una tasa de interés del 0.10 por ciento, la Zona Euro y los Estados Unidos su precio es del 0 por ciento, Japón aplica una del -0.10 por ciento, la de China es del 3.85 por ciento mientras la de Brasil y Chile son del 2.0 y 1.75 respectivamente y la de México se coloca como una de las más altas del planeta con 4.25 por ciento. 

 

En los últimos 19 meses las personas que ahorran en instituciones financieras en México pasaron de tener altos rendimientos por sus depósitos a una situación donde el Banco ofrece algo que no compensa la inflación, ya que el aumento de precios está arriba del 3 por ciento y las tasas de interés reales, luego de impuestos quedan muy cerca de cero o son negativas y no se hable de dinero guardado en tarjetas de nómina que no generan intereses y si las instituciones de crédito si cobran comisiones. 

Los bancos que operan en México se mantienen como los más caros, no sólo frente a subsidiarias de países desarrollados, sino dentro de América Latina. Las tasas de interés de las tarjetas de crédito se ubican en niveles de entre 32 y 66 por ciento, mientras que el Costo Anual Total (CAT) que es el indicador que incluye los cargos inherentes al préstamo -comisiones y tasas- se ubica entre 40 y 113 por ciento. 

Banqueros instalados en México justificaron el alto costo de los plásticos en el país y aseguraron que éste se debe a diversas razones: el riesgo-país, la falta de seguridad jurídica para recuperar las garantías y el crecimiento de la cartera vencida, pero hay analistas que lo atribuyen al poder monopólico que tienen las instituciones para fijar tarifas. 

Las tasas de interés que cobran los Bancos a las empresas siguen siendo muy altos pese a la baja del costo del dinero por parte de la Banca central y las compañías siguen sin confiar en las instituciones financieras.

 

En la encuesta que realizó el Banco de México sobre los créditos a las empresas en el primer trimestre del año este arrojó que el porcentaje de empresas que utilizó nuevos créditos bancarios en el primer trimestre de 2020 fue de 24.2 por ciento (contra el 25.1 por ciento en el trimestre previo). El porcentaje de empresas con hasta 100 empleados que señaló haber utilizado nuevos créditos bancarios fue de 12.7 por ciento, mientras que en el caso de las empresas de más de 100 empleados este porcentaje fue de 31.0 por ciento. 

Los resultados de la encuesta indican que las dos fuentes de financiamiento más utilizadas por las empresas son los proveedores y la banca comercial y que la mayoría de las compañías utilizan mucho más la primera.

 

Hace unos días el Secretario de Hacienda Arturo Herrera dijo que la Banca comercial en México ha mantenido niveles altos de capital, pero no ha utilizado las facilidades de liquidez que el Banco de México puso en marcha durante la pandemia, y tampoco ha fomentado el otorgamiento del crédito. 

El funcionario indicó que en el “sector financiero, hay mucho que trabajar con los bancos, porque las facilidades de liquidez del Banco de México (Banxico) que se dieron no han sido utilizadas en su totalidad”.

El titular de Hacienda abundó “los niveles de garantías que pedían eran de 90 por ciento. Eso quiere decir que no estaban tomando ningún riesgo. Ha subido su índice de capital, de 15 a 17 por ciento, pero también es sintomático que no están prestando”.

El presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Luis Niño de Rivera, respondió al secretario de Hacienda, Arturo Herrera, que la banca mexicana presta menos crédito porque hay menos "demanda" debido a la pandemia de la covid-19.

En México más del 80 por ciento de la Banca está dominada por instituciones financieras extranjeras, que cobran altas tasas de interés por los créditos que ofrecen, además de que cuentan con las facilidades de infraestructura y cartera cuando adquirieron estas a principios de este siglo, compraron lo que ya había a precio de ganga y se les ha dejado cobrar muy caro por sus servicios y ofrecen muy poco a las personas que ahorran con ellos. 

En conclusión, podemos afirmar que la Banca comercial utiliza las tasas de referencia del Banco de México solo para los ahorradores, mientras las tasas activas que aplican a los préstamos que otorgan se despachan con la cuchara grande con altas tasas de interés, pidiendo garantías a sus clientes en algunos casos de más del 90 por ciento y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores hace muy poco para normarlos. 

No importa que Banxico baje más su tasa de referencia, los Bancos comerciales no la toman en cuenta cuando otorgan sus créditos.