El gobierno del ex presidente Felipe Calderón decidió, en agosto de 2011, la compra de acciones de la empresa de energía española Repsol por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que significó para la petrolera mexicana pérdidas significativas y un magnifico negocio para el corporativo hispano.

La inversión que hizo la compañía mexicana para adquirir las acciones de Repsol fue de aproximadamente 20 mil millones de pesos, pero un año después la pérdida acumulada de los títulos fueron por 18 mil 653 millones de pesos. Es decir, en 12 meses se perdió casi el 100 por ciento de lo que se gastó para asociarse con la compañía europea.

De acuerdo con un análisis sobre la estimación de ganancias y pérdidas de la participación accionaria de Pemex en Repsol, basada en información de la Unidad de Evaluación y Control de la Cámara de Diputados, dicha pérdida equivalió al 6.2 por ciento del presupuesto de inversión aprobado para la petrolera azteca en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2012.

El argumento que utilizó la administración de Felipe Calderón para la asociación de la petrolera mexicana con el corporativo de energía español, fue que este último proveería de tecnología y experiencia a Pemex para la explotación de yacimientos, sobre todo en aguas profundas. Esta transmisión de tecnología nunca llegó.

Pemex aumentó en agosto de 2011 de 4.8 a 9.8 por ciento su participación accionaria en Repsol, en un acuerdo con la constructora Sacyr Vallehermoso, por conducto de PMI Holdings, con sede en Ámsterdam, Holanda, mediante operaciones con instituciones como HSBC, Crédit Agricole CIB, Natisis y Grupo Financiero Inbursa.

La empresa de energía española fue favorecida con “generosos” contratos por los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, ejemplo de esto es el proyecto para el suministro de gas natural licuado (GNL), que se le otorgó en 2007.

Para otorgar el contrato de suministro de gas a Repsol se crearon condiciones de exclusión para otras empresas interesadas; una vez emitido el fallo para favorecerla, se modificaron las bases de la licitación hasta dejarla a la medida de la trasnacional española.

Siendo Felipe Calderón secretario de Energía, Pemex y Repsol firmaron en 2003 un contrato por 2 mil 400 millones de dólares, el primero en su tipo, para conceder a la empresa hispana la explotación de 16 campos de gas en el bloque Reynosa-Laredo, al noreste de la República. La concesión convirtió al consorcio europeo en la mayor empresa petrolera extranjera en explotar hidrocarburos en México.

El proyecto de explotación de gas no ha traído los beneficios que se esperaban, ya que se sigue importando de Estados Unidos la mayor parte de gas que se consume en el país.

El gobierno de Enrique Peña Nieto decidió, en junio de 2014, deshacerse de la participación accionaria de Pemex con Repsol, por lo que vendió el 7.86 por ciento de sus títulos en 2 mil 173 millones de euros y solo mantuvo el 1.44 por ciento de acciones de la firma española.

Repsol ganó un 30 por ciento de agosto de 2004 a junio de 2014, mientras que el promedio de las petroleras europeas en ese mismo periodo fue de 94 por ciento y de las internacionales de 102 por ciento.

Pemex, bajo la dirección de Juan José Coppel, adquirió un paquete de acciones de Repsol en agosto de 2011 a un precio de 19.95 euros, frente a los 20.10 euros por acción obtenidos en la operación de venta de junio de 2014. Es decir, en casi cuatro años solo se obtuvo un interés del 0.75 por ciento.

La administración de Peña Nieto también favoreció con contratos a Repsol y le otorgó concesiones para la explotación de yacimientos en aguas profundas en condiciones muy favorables derivadas de la Reforma Energética.

Las condiciones han cambiado con el gobierno de la Cuarta Transformación para la trasnacional hispana y la empresa de energía europea ya no tendrá trato preferencial en la presente administración.

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en la conferencia matutina del 14 de febrero de 2019: "En la Cuenca de Burgos se invirtió muchísimo, se le dio un contrato especial a Repsol para extraer gas. Se partió con la concepción de que con este contrato se iba a producir más gas. Se le dio muchísimo dinero a la empresa y fue un mal negocio para la nación, un jugoso negocio para la empresa”.

La compañía europea de energía ha seguido invirtiendo en México, pero en estaciones de servicio de expedición de gasolina y el energético es comprado a Petróleos Mexicanos.

En resumen, Repsol es una empresa que ha tenido grandes ganancias en México, pero para Pemex el haberse asociado con esta empresa ha significado perdidas y nula adquisición de tecnología.

El gobierno de López Obrador tendría que investigar en qué condiciones se dieron la compra de acciones de Repsol por parte de Petróleos Mexicanos y si no hubo corrupción en esta transacción bursátil en la administración de Felipe Calderón.

Buenas noticias para los clientes de Aeroméxico: se reabren los Salones Premier

Grupo Aeroméxico anunció la reapertura de sus Salones Premier de Guadalajara y Monterrey. Las reaperturas se suman a la del Salón Premier Nacional del AICM, que fue el primero en reiniciar servicio el 1º de julio, y a la del Salón Premier Internacional, que comenzó el 14 de agosto.

Con el regreso a la actividad de los Salones Premier, la línea aérea del Caballero Águila abona para dar un mejor servicio a sus clientes, proporcionándoles más comodidades y un servicio que guarda todas las normas internacionales de salud, higiene y seguridad para los usuarios de los más de 7,400 vuelos a casi 60 destinos que se tienen contemplados para este mes de agosto.

La aerolínea bandera de México se ha esforzado para brindar el mejor servicio, aplicando las medidas de salud e higiene y manteniendo políticas de flexibilidad para sus clientes.