Yo tengo un hermano con parálisis cerebral severa. Afortunadamente nuestra situación familiar, nos ha permitido atenderlo de la forma más adecuada de acuerdo a sus requerimientos.  Además mis padres, pertenecen a esa generación de gente que cotizó toda su vida al ISSSTE y ahora son pensionados. Y cuando ellos falten, mi hermano va a seguir recibiendo una pensión para su manutención, servicio médico y lo que pueda necesitar. Aparte de que todos mis hermanos trabajamos.

Pero ¿qué pasa con los niños que no tienen lo que tiene mi hermano, y que padecen algún tipo de discapacidad física o intelectual? Sin el Teletón, como lo mencioné en mi nota pasada del tema, los condenamos a una vida en la más absoluta y total de las indefensiones.

En 2015 el Teletón sufrió pérdidas en su estado de resultados, esas pérdidas, contablemente se ven reflejadas en el patrimonio, por esta situación su patrimonio disminuyó un 10%. Esto es extremadamente grave, si esta tendencia sigue, no estoy considerando que empeore, vamos a tener Teletón aproximadamente por 10 años más, y hasta ahí va a llegar la ayuda que estos niños y sus familias necesitan desesperadamente. El Teletón, le permite a muchos de los niños que atiende, desarrollar las habilidades necesarias para tener independencia, y tal vez, en un futuro, ser económicamente independientes. ¿Quién podría desear que esto no ocurra?, en principio se me ocurre que gente que desconoce totalmente de impuestos y contabilidad y que están seguros de que Televisa deduce todos los ingresos del Teletón. Acá mi comentario sería, ante la duda, informarse bien, ir a un CRIT, revisar sus estados financieros, antes de hacer semejantes declaraciones sin fundamento.

Yo entiendo perfectamente el descontento social de nuestro país, yo lo tengo también, la ocasión pasada les mencionaba la inseguridad, por señalar sólo un ejemplo de mi descontento. Pero este descontento que sentimos, no debería llevarnos a desear condenar a niños que no tienen la seguridad social necesaria, porque sus padres desafortunadamente no son beneficiarios de esta, a que queden sin la atención mínima necesaria para desarrollar el potencial que individualmente cada uno de ellos tenga de acuerdo a su condición particular.

En fin, que como todo, esta pequeña reflexión, muy probablemente no cambie la opinión de los detractores del Teletón, y por su parte, la gente que apoya esta causa tan noble y humanitaria, no necesitan de mis palabras para seguir apoyando. Mi esperanza y deseo sería, que al menos, nos permitiéramos dudar de las certezas que tenemos, si alguien piensa que el Teletón no funciona, vaya a un CRIT, vea a los niños que están ahí, a los voluntarios, vean el trabajo incansable del Sr. Landeros (olviden por un momento la forma de vida de cada quién, si el señor vive bien, es porque ha trabajado mucho, es dinero “bien habido”, no es narcotraficante el señor Landeros). Si después de pararse en un CRIT, y ver los servicios que reciben los niños, siguen pensando lo mismo, entonces su argumento, será válido.