Después de siete meses sin ir al cine, decidí acudir a ver la película “Nuevo Orden”.

Salí de la sala y, convencida de que tal filme es lo peor que le ha pasado al cine mexicano, corrí a compartirles mi opinión.

No soy cineasta, pero no necesitas serlo para saber que lo que acabo de ver es una porquería, un exceso y debería de ser tirada a la basura.

Esta película relata una fantasía en un futuro polarizado donde el ejército es de la peor calaña y la sociedad se divide en blancos ricos, morenos pobres y morenos pobres sumisos, olvidando a toda la gente solidaria, trabajadora, echada para adelante, guerrera de la verdad que existe en nuestro país.

Con un pésimo argumento se burla del movimiento feminista, de la democracia y de las personas que formamos parte de esta patria; una película en donde dos de los actores principales que tratan de hacer las cosas bien, terminan asesinados.

Una película en la que los mexicanos violamos, robamos y matamos y en donde todos somos de lo peor, porque los ricos no ayudan a los pobres y los pobres matan a los ricos, pero al final como siempre todo es culpa del gobierno.

Yo no digo que no existan diferencias sociales muy claras y absurdas en México, ni pienso que es increíble el país en el que vivimos y por todo lo que hemos pasado, ni que la oposición es el hartazgo de la gente por todo lo que nos han robado y arrebatado, por toda la gente que roba a los pobres sin importarles nada; yo eso lo sé, yo eso lo siento, pero no, no creo vivir en un país de asesinos y violadores capaces de hacer las atrocidades que se muestran en esta pseudo película.

La perspectiva que se le da al ejército es excesiva, el cuadro que pintan sobre el mismo es lamentable, y si bien hay gente que puede ser corrupta, también lo es que el ejército mexicano siempre ha ayudado al pueblo y no está de ninguna manera exclusivamente secuestrando y violando mujeres.

El final de la película, en donde asesinan a dos de los actores principales y acompañan dicha escena con el Himno Nacional, es irrespetuoso y nuevamente un exceso para lo que cualquier mexicano quiere ver en el cine.