El diario alemán Deutsche Welle reportaba una situación política tensa en Ereván, capital de Armenia luego de que un grupo de cinco extremistas se apoderaran de una comisaria y se hicieran de algunos rehenes, ello con la intención de llamar a una sublevación nacional en contra del régimen político que detenta el poder en dicho país; este movimiento surge apenas unos días después del intento fallido de Golpe de Estado que se suscitó en Turquía a comienzos del fin de semana pasado.

Los extremistas en un primer momento buscaron la liberación de su líder Zhirair Sefilián, quien es un veterano de guerra y opositor extremo al régimen armenio; en dicho altercado pereció el subjefe de la Policía Nacional de ahí la relevancia que tomó la situación en todo el país; además de ello buscaron generar una movilización nacional para revertir el orden constitucional armenio de tal forma que el presidente dimitiera inmediatamente y se convocara a la conformación de un gobierno de transición.

Lo que esta información a primera mano nos dice, es que la situación que atravesó Turquía en días pasados podría comenzar a ser replicada en ciertos territorios que sufren de una debilidad institucional, un pobre desarrollo democrático y por consiguiente están regidos bajo un esquema político absoluto, militar y por supuesto poco tolerante a la crítica y mucho menos a las movilizaciones; de ahí que quienes se atreven a emprender alguna lo hagan inicialmente utilizando armas y bajo amenaza de violencia; esto también es reflejo de la poca e inclusa nula existencia de canales de comunicación entre el gobierno y los ciudadanos.

Además de ello es importante mencionar que Turquía colinda con Armenia y su relación es por demás poco amistosa; viejas rencillas políticas han desgastado a ambos países en un interminable intercambio de violencia que poco abona a la solución de sus diferencias; por otro lado, altos mandos de la policía han declarado que si las negociaciones no rinden frutos se apegarán a los protocolos establecidos para eliminar a los extremistas. Claramente la sublevación nacional a la que convocaron los extremistas difícilmente se consolidará y aún es sumamente improbable que culmine con un Golpe de Estado.