Mucho se ha especulado en días anteriores sobre el posible problema grave de salud que aqueja al Subcomandante Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional,  esto, debido a las declaraciones de Luis H. Álvarez en las que afirma que el guerrillero chiapaneco padece de un grave cáncer de pulmón y ha pedido al Gobierno Federal y sus instituciones de salud lo ayuden a tratar su supuesto padecimiento.

Independientemente de la veracidad de esta nota, la cual ha sido desmentida por personas cercanas al líder y al zapatismo como tal, las críticas a Marcos no se hicieron esperar ante las declaraciones del ex presidente del PAN; muchas de estas críticas carecen de fundamentación que acredite su enojo, muchas de ellas tan viscerales y destructivas, utilizando la mera especulación como sustento a sus opiniones. 

Algo que sorprende en demasía, es que los autores de las críticas sin fundamento y viscerales son los mismos seguidores de la "izquierda política" afines a Andrés Manuel, muchos de ellos definiendo al Sup como vendido y alcahuete, sin dar un por qué razonable y veraz, tan sólo impulsados por su arrogante calentura. 

Muchos de esos "izquierdas politiqueros" basan su odio contra Marcos en las elecciones presidenciales del 2006, mismas que perdió de forma discutida Andrés Manuel López Obrador, supuestamente afectados por el zapatismo y su portavoz, mismo al cual acusan estupidamente de obligar a los adherentes a la Otra Campaña a no votar y destruir su credencial de elector. 

Un punto convergente entre las críticas al Subcomandante, es el frecuente cuestionamiento, ¿ dónde está Marcos, dónde está el Subcomandante?; la respuesta puede ser idílica o tan romántica que parece absurda, pero sin duda, Marcos sigue en los corazones revolucionarios, tal vez no en todos, pero sí en los corazones despojados de todo derecho por parte del sistema, en los corazones de quienes aún creemos que podemos construir un nuevo y mejor país, encima de las ruinas del agonizante y enfermo actual México, creando un nuevo orden social basado en la paz y la cooperación mutua.

Tal vez esta fue una respuesta subjetiva, tal vez todas lo sean al explicar a un gran guerrillero. Hoy Marcos se encuentra resistiendo junto a los hermanos indígenas zapatistas, construyendo una verdadera democracia y una justa sociedad, desde los caracoles hasta los municipios autónomos, modelo a seguir en cada uno de los nacientes rinconcitos rebeldes.

El zapatismo sigue tan vivo como en 1994, resistiendo cabalmente a los hostigamientos criminales de los gobiernos correspondientes y sus grupos paramilitares(de partidos de derecha a izquierda), pero ante todo, siguen resistiendo al olvido, a la precaria memoria nacional.

P.D. Yo les puedo asegurar que Don Durito, sigue más fuerte que nunca, jamás lo verán "blandito".