-¿Bueno?, ¿Jacobo?
Brujo llamaba por teléfono al analista político más influyente de la región. Una tarde en que la lluvia amenazaba y el viento traía extraños olores.
-Sí, el mismo que habla, qué se te ofrece, mi querido Brujo.
-Se escucha rara tu voz.
-Lo que pasa es que en toda la noche no pude dormir, ayer me fue muy mal en el Casino.
-Mira, no te preocupes, ya estoy pensando en la siguiente jugada: Javier Corral nos va a sacar del hoyo.
Jacobo se sorprendió ante tal propuesta, y sólo contestó:
-¿Qué?
-Su candidatura viene a descuadrar los planes de la cúpula del PAN.
-Estoy desanimado, lo único que me devolvería el aliento sería una jugada segura- dijo Jacobo, quien apenas volvía en sí después de una noche tormentosa.
-Hasta parece que es la primera vez que pierdes.
-No, pero hoy estoy más sensible.
-No te agüites, hoy la levantamos- insistió Brujo.
-¿Cómo? No veo por dónde.
-Corral es un excelente candidato, su discurso radical es lo que necesita el rival de Ricardo Anaya.
Jacobo empezaba a comprender, y dijo:
-Puede ser, pero la única posibilidad es que lo apoye el bloque de Felipe Calderón. Entonces sí la contienda se podría cerrar.
-Sí, desde luego, partiendo en dos al PAN, y con su discurso fresco y franco entonces podría ganar, tal y como Calderón derrotó a Creel por la candidatura presidencial.
-Justo eso es lo que yo estoy viendo en Corral, que es un candidato que no está plenamente identificado con algún grupo, y esa independencia lo coloca en buena posición- afirmó Jacobo, quien movía los dedos de los pies, nervioso.
-Del mismo modo, no perdamos de vista que puede generar un gran rechazo, en la generalidad- dijo Brujo.
-Nada de eso, ahora soy yo quien más apoya esa jugada. Te veo en la tarde en el Casino.
Mientras, a la sala de apuestas empezaban a llegar grupos políticos de diversa índole. Cada uno confiaba en sus argumentos, y los temas a debatir iban de la izquierda más radical a la derecha más conservadora. En un determinado punto se ubico el número de Javier Corral, que desde semanas atrás había estado circulando en los videos que se ubican alrededor de las ruletas. Sí, cada una de las mesas de juego tiene pantallas ultra planas, que transmiten a los personajes que protagonizan cada jugada. En este contexto, el número de Corral alcanzaba entonces la oportunidad de estar en boca de los apostadores, quienes eran capaces de mandar vibras, y hacer triunfar o de colocar en la desgracia al senador por Chihuahua.
-Muy buenas noches, señoras y señores- dijo la voz sensual del Casino- hoy tenemos para ustedes diversas opciones para que puedan ganar. Por ejemplo, ¿les gusta el nombre de Javier Corral?
Un apostador levantó la voz para decir:
-¿No hay algo mejor, por ejemplo Ricardo Anaya?
-Siento informarles que hoy no estaremos debatiendo la postura del joven Anaya, quien a decir verdad es el rival a vencer en la elección interna.
El dealer de la mesa dos llamó a su clientela:
-El partido de la derecha en México está por comenzar el proceso de renovación de su directiva, y en este Casino creemos que el señor Corral está en condiciones de dar la sorpresa. Por tal motivo, el pago será cuantioso a quien arriesgue sus fichas en favor del distinguido panista.
Jacobo, el analista que ya estaba sentado enfrente del dealer, preguntó:
-Según el pago, voy o no.
-80-1, señoras y señores- dijo el dealer-, ningún Casino les pagaría tanto por un número que empieza atrás, y tiene la misión de alcanzar al puntero.
El video empezó a transmitirse. Corral hablaba en la tribuna del Senado, se oponía con firmeza a la reforma en telecomunicaciones, criticaba lo que llamaba ?Ley Televisa?.
El estilo de hablar del chihuahuense rápidamente se posicionó entre los apostadores, y los animó a colocar sus fichas en el número nueve. Sí, coincidían en que su candidatura había surgido de un plan para quitarle el control al grupo de Gustavo Madero.
Brujo le colocó tres fichas verdes. No dudó ni un segundo, pues desde que se enteró de las aspiraciones de Corral, supo que era una grata sorpresa. De algún modo, se trataba del panista menos panista, con una personalidad única, con la que siempre ha luchado de frente ante las adversidades. Y otra cosa: este personaje-fiera nunca ha titubeado sobre sus críticas. Ha ido contra Televisa, ha ido contra de Calderón, ha ido contra los liderazgos panistas.
Así, ante la reciente derrota de su partido en las elecciones intermedias, su figura significaba una excelente apuesta: arriesgada, pero bastante probable. Como si alguien se hubiera sacado de la manga gran carta, la cual nadie esperaba.
-Vamos, estoy esperando más apuestas- les dijo el dealer-, a quienes no creen en Corral les diré que tan pronto y empiece a divulgar su discurso combativo y veraz, se hará de los adeptos necesarios para ir remando contra la corriente, con grandes posibilidades de descarrilar a su principal adversario. No lo duden. Cuando haya remontado varios puntos en las encuestas, el pago en esta ruleta ya no podrás ser tan alto, como ustedes comprenderán.
La voz sensual del Casino les habló, a través del sonido local:
-¿Alguien más va con Corral?
Los apostadores sólo dejaron que la ruleta girara. Cruzados de brazos se encomendaban a la prudencia del ex presidente.
El analista Jacobo murmuró:
-¿Dónde estás Felipe Calderón? Si tú apoyas a Corral, seguro gana. Si Margarita y tú ven en Corral al candidato ideal para alzarse con el triunfo, grandes cosas sucederán hoy en esta ruleta, que está a punto de detenerse, para descobijar la suerte de todos los que creemos en la política como un juego de pesos y contra pesos.
El dealer ya no volvió a decir nada, recogió su ganancia y cruzó los brazos. Los jugadores tenían que pensar en otra alternativa.