Me explico: la semana pasada visité durante un par de días la ciudad de Tijuana, en donde residí 3 o 4 años antes de mudarme al DF por motivos de trabajo.

Además de saludar a un par de amigos y a una estimada amiga, la cosa más interesante que me sucedió por allá fue enterarme de una encuesta del semanario Zeta, el cual durante años apoyó al PAN en su etapa de oposición y posteriormente como gobierno, en donde se revela que en el estado la ex vendedora de cosméticos tiene apenas un21% de las preferencias electorales.

La superaban, por mucho, AMLO con 33% y Peña Nieto con 39% de los electores, a nivel estatal.

Esto no sería en absoluto sorprenderte de no ser porque Baja California fue el primer estado en donde el PAN le arrebató (aunque algunos dicen fue concertacesión entre Colosio y los panistas) una gubernatura al PRI. Y desde entonces hasta la fecha mi tierra ha tenido que aguantar a toda clase de nefastos personajes del PAN en la gubernatura, tipos amargos que siguen colgados del presupuesto o que se enriquecieron de maneras no claras durante sus gestiones (Ruffo Appel, Elorduy, etc.).

Luego entonces, si en Baja California, bastión del PAN desde hace casi un cuarto del siglo ya no quieren a Josefina, mucho menos en el resto de México, azotado por crisis, inseguridad y nulo crecimiento económico. Y todo México está representado en Twitter. Ni más ni menos.