El TEPJF validó la elección Presidencial del 2012, rechazando contundentemente las impugnaciones interpuestas por el Movimiento Progresista. Resulta que el Tribunal Electoral no vio lo que millones dicen sí haber visto, cosas que van desde la compra y coacción del voto hasta la más que evidente inversión política de Televisa en Peña Nieto. Muchos no reconocen ni reconocerán a Peña Nieto como Presidente, y justificadas razones tienen, pero desafortunadamente sí será el priista el que conducirá la política de nuestro país en los próximos seis años. A veces me pregunto qué tanto se extiende el 39 Constitucional.

El sistema mexicano permite esconder perfectamente todo acto de corrupción en el país, así que no me sorprende la dificultad para probar los argumentos que el Movimiento Progresista presentaba. Se la pusieron fácil al TEPJF, pero creo que este no se salva de críticas y de cuestionamientos. Al contrario, me parece absurdo que la falta pruebas detengan una investigación, ¿qué culpa tienen los mexicanos no perteneciente al Movimiento Progresista de no saber lo que en verdad ocurrió? Ninguna, pero el Tribunal decidió actuar soberbiamente.

El TRIFE parecía más preocupado en tundir tanto como pudiera a AMLO que en dar argumentos para declarar como “sin sustento” cada acusación que la izquierda hizo. Insisto, que a la izquierda le hayan faltado recursos jurídicos no significa que los millones de mexicanos que no simpatizan con el Movimiento Progresista pero que dudan de la elección se queden sin saber la verdad histórica. Pero no, se enfrascaron en una batalla contra Andrés Manuel. No por nada le restregaron en la cara que su encuesta tampoco coincidió con los resultados, o que la impugnación era anecdótica.

Me parece sumamente ridículo que no se realicen más investigaciones para saber a fondo la relación de EPN y Televisa, no es justo que la derrota del Movimiento Progresista en el juicio de inconformidad nos afecte a todos. ¿Quedarán para el anecdotario los contratos que exhibieron Proceso y el diario británico The Guardian?

Fue una decisión tomada con soberbia por soberbios, sin intención de darle confianza y tranquilidad a los mexicanos.