Hace dos años me quitaron la vesícula, todo aquel que haya padecido de este mal podrá comprender el desgarrante dolor que retumba y retuerce al pobre cuerpo cuando dan esos terribles dolores.

Como dicen los doctores ?Los síntomas se manifiestan de diferente manera en cada paciente?, pero el final de la historia es el mismo: tener que decirle ?adiós? a tu vesícula.

 

Situaciones que sólo alguien sin vesícula comprende:

Al principio confundes el dolor con una gastritis, o cólicos, el dolor nunca mejora, así te hayas tomado miles de ibuprofenos y ketorolacos.

 

El dolor es confuso, son punzadas y pareciera que tienes alambres por dentro del cuerpo, caminas chueco, te sientas chueco, te acuestas chueco, todo esto gracias al bendito dolor que emana de tu cuerpo.

Recurres a Google antes que al médico para ver que demonios te está pasando.

Colocas una tortilla caliente en tu abdomen con la esperanza que el dolor desaparezca.

Finalmente cuando te operan y te informan que te han retirado la vesícula, comienzas a hacerte preguntas que en tu vida te habías formulado, tales como: ¿podré vivir sin vesícula? ¿existe el trasplante de vesícula? ¿para qué me servía esa tal vesícula?

Cuando le comentas a tus amistades que te aperaron de la vesícula, todos comienzan a decirte ?ya ves, por hacer corajes? ?eso te pasa por tu mal carácter?, ?ya ves, para que le echas tanta salsa valentina a TODO?

En tu familia comienzan (los primeros días) a procurar que no te exaltes, que no te muevas, que no te enojes, que vivas en un entorno relajado.

Finalmente llegas a la conclusión de que: ya no querías una vesícula.

Rezas por que tu vesícula se haya ido al cielo de las vesículas.

Le pregunté a un doctor que cómo era posible vivir sin vesícula, y me explicó que también podemos vivir sin apéndice, sin vazo, sin un riñón, y aun así seguimos funcionado como si nada. Dijo que la vesícula es un tripa que sólo da lata cuando se inflama, se retira y se acaba el problema (al igual que la apéndice). Me hizo recordar que existen personas que no tienen una parte de su cuerpo o de sus sentidos, piernas, brazos, vista, etc., como quien dice, los que no tenemos vesícula y funcionamos perfectamente somos muy afortunados.