Tal parece que siempre habrá una forma de justificar que nos maten, nos violen, nos acosen… Ya sea porque nos gusta consumir alcohol, estamos guapas y somos “metibles” o simplemente porque el hombre tiene “derecho” a piropear. Aunque sí morimos de forma accidental, por ejemplo, en un accidente vehicular, aunque no estemos al volante,  también tenemos la culpa.

¿Qué nos pasa? ¿Cómo se nos ocurre salir de noche a parrandear? Sobre todo sí somos mujeres casadas o en concubinato.  ¿Cómo se te ocurre reprobar y abandonar la escuela? Sí te asesinan, tú tendrás la culpa, dirán ahora los padres.

Como dice la activista y escritora Tania Tagle: Las mujeres siempre nos morimos por putas.

Por putas y por todo lo que con este adjetivo califica una sociedad machista. Porque sí  tomas alcohol o consumes drogas, eres puta. Si sales de noche sin tu esposo, eres puta. Sí vives en unión libre, eres puta. Si usas faldas cortas, eres… sí puta. Y sí te asesinan o mueres haciendo cosas “de putas”, pues invariablemente, te lo buscaste o te lo mereces.

Este tipo de juicios eran quizá “normales” hace 60 años, pero ya basta, hoy en día no podemos seguir culpando a una mujer de su muerte, cuando no ocurre en términos naturales o por enfermedad, menos aún cuando fue asesinada.

 Ayer nuevamente una institución del Estado culpó a una mujer de su muerte. En cuatro tuits la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México estigmatizó a la joven de 22 años que fue asesinada en Ciudad Universitaria, en los cuales nos informó que abandonó la escuela porque debía materias, que vivía con su novio en unión libre y que antes de morir había estado consumiendo bebidas alcohólicas y drogas hasta altas horas de la noche.

¿Este es el mensaje que quiere enviar el gobierno de la Ciudad de México?

Tal vez es el gobierno más avanzado en el país en materia de respeto a las libertades civiles, recordemos que fueron los pioneros en la legalización del aborto o aprobación del matrimonio igualitario, ¿qué pasó por sus mentes en esta ocasión?

Un poco más de empatía, sería lo mínimo. La forma de informar de una institución que supuestamente se dedica a la procuración de justicia tendría que ser más imparcial, sin juicios o descripciones que se presten a descalificaciones.

Otro terrible papel en este caso, ha sido el de algunos medios de comunicación que sólo se han dedicado a replicar la información oficial, pero peor con su interpretación de los hechos. También están los medios que se quedan callados, como sí no hubiéramos entendido que esconder los problemas no los soluciona.

#SiMeMatan que no me culpen por ser mujer y tratar de vivir mi libertad.