Dicen que parecía el sepelio de Egidio Torre Cantú, rostros largos y desencajados; miradas perdidas y sin brillo en los ojos; susurros y murmureos llenos de lamento que incluso llevaron a la pregunta: ¿Cómo fue que perdimos? Se trataba del sexto y último informe de gobierno del mandatario tamaulipeco, Egidio Torre Cantú, quien por respeto al gobernador electo, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, ya no utilizó el Polyforum Victoria, para desarrollar el evento en el teatro “Amalia G. Castillo Ledon” de la capital tamaulipeca desde donde soltó: “mi mayor privilegio es haberles podido servir”.

Este fue un acontecimiento desangelado y desairado hasta por Rafael Moreno Valle, la máxima figura panista que acompañó durante casi seis años a Egidio Torre Cantú; otro gran ausente, fue el ex gobernador de Tamaulipas, Thomas Yarrington Ruvalcaba, pero aseguran que este no acudió por su seguridad. Sin embargo los que sí atendieron el llamado fueron Manuel Cavazos Lerma y Eugenio Javier Hernández Flores, el primero actual Senador y el segundo el regente actual que lleno de pena y vergüenza, trataba de pasar escurridizo y desapercibido ya que boquiabiertas y con los ojos llenos de una expresión de júbilo, las invitadas de Egidio, buscaron al “güero” hasta el cansancio para tomarse la fotografía del recuerdo, sin importarles que Eugenio Javier, llegó acompañado de Doña Ana Garza, con quien comparte su fortuna y su amor.

Indiscutiblemente Egidio Torre, superó adversidades sobre todo de inseguridad gracias al apoyo de la federación y en particular con el Gabinete Nacional de Seguridad, que ordenó el despliegue de numerosos comandos a la entidad. Los resultados a casi seis años, son subjetivos: “Hoy Tamaulipas es mejor que ayer, nuestros avances son el resultado del esfuerzo de todos y el trabajo de todos, reconozco en cada tamaulipeco el orgullo y la grandeza de esta maravillosa tierra”, expresó Egidio, quien llegó al poder luego de que asesinaron a su hermano Rodolfo y el entonces gobernador Eugenio Hernández Flores, respaldado por algunos, determinó poner al otro de los Torre Cantú.

El pueblo tamaulipeco decidió en la pasada elección del 5 de junio dar turno a los del Partido Acción Nacional (PAN) de gobernar la entidad y la democracia, sorpresivamente fue respetada por el priista, convirtiendo a Francisco Javier García Cabeza de Vaca en gobernador electo a quien Egidio en su discurso le deseó el mejor de los éxitos: “Le deseo que le vaya muy bien y por supuesto que le vaya muy bien a Tamaulipas”.

Prácticamente con el sexto informe de gobierno, terminó el mandato de Egidio y en breve comenzará la administración de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, a quien por lo extenso de su nombre, su equipo de comunicación, estrategia y propaganda decidió suprimir el “Javier”, pero no será tan fácil hacer lo propio con los retos que heredan, por lo que deben poner su mejor esfuerzo para enaltecer las cosas buenas que haga su jefe, ya que el balón esta ponchado y la papa más que caliente. 

Por cierto mis mejores deseos a los que se van, se van.

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