“¿Qué habría sido de las mujeres en el patriarcado sin el entramado de mujeres alrededor, a un lado, atrás de una, adelante, guiando el camino, aguantando juntas? ¿Qué sería de nosotras sin nuestras amigas? ¿Qué sería de las mujeres sin el amor de las mujeres?<br>

Marcela Lagarde

A mediados de la década de los años 90, un fenómeno de violencia contra niñas y mujeres en el norte del país exigía un análisis puntual para comprender sus motivaciones, su naturaleza, su trasfondo. Ciudad Juárez, Chihuahua, tenía 1.5 millones de habitantes y, en poco más de 10 años, habían sido asesinadas más de 400 mujeres.

Una antropóloga mexicana planteó que esos crímenes tienen un nombre y como tal deben ser investigados y estudiados: feminicidios. El concepto original, explicaba entonces Marcela Lagarde de los Ríos, provenía del término en inglés femicide, que define al asesinato de mujeres cometido por hombres y/o mujeres, por odio, desprecio, placer o sentido de posesión.

Lagarde de los Ríos era ya una de las voces más respetadas y escuchadas del feminismo en México. Ahora, la Cámara de Diputados acordó distinguirla con la medalla Sor Juana Inés de la Cruz, por sus contribuciones en favor de los derechos de la mujer.

La presea le será entregada en sesión solemne este lunes 8 de marzo, fecha en que se conmemora el Día Internacional de la Mujer.

El Colectivo 50+1 promovió el reconocimiento a la Doctora en Antropología por la UNAM, entre muchas otras razones y méritos, por el impulso que dio al concepto de feminicidio en la legislación nacional.

Como diputada, Lagarde de los Ríos pugnó por la creación de una Comisión Especial de Feminicidio, que investigó los asesinatos en Ciudad Juárez y permitió visibilizar un crimen que no era ni es exclusivo de una localidad.

Hoy en día, gracias al empuje y las contribuciones de la autora del libro Claves feministas para la autoestima de las mujeres, el delito de feminicidio está previsto en el Código Penal Federal y la Ley General de Acceso de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia. Hay un marco jurídico para su atención, que permite el diseño de estrategias integrales e interinstitucionales para su combate.

Su visión del feminismo trajo también un concepto fundamental en la búsqueda de justicia y ayuda para poner en el escenario público los problemas de violencia que padecen las mujeres: sororidad.

Marcela Lagarde importó el término que proviene del francés sororité y del inglés sisterhood, que es una forma de expresar la solidaridad, la actuación cómplice y fraterna entre mujeres.

Sororidad es la oposición por antonomasia al pacto patriarcal, al comportamiento que sustenta machismos y micromachismos que deben ser erradicados en la construcción de una Ciudad de Derechos.

En Confianza

El reconocimiento a la labor siempre será un aliciente y, en ese sentido, el ascenso recién otorgado a 1,571 mujeres policías es más que justo, al igual que el nombramiento de Marcela Figueroa Franco como subsecretaria de Desarrollo Institucional de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Como lo apuntó la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, son ellas, las llamadas Ateneas, los pilares en la labor diaria para pacificar a la Ciudad.

Marcela Figueroa