Este día la conocida periodista, Anabel Hernández, quien ha declarado estar amenazada de muerte por el ex Secretario de Seguridad Púbica Genaro García Luna, ventiló en medios de comunicación haber descubierto más propiedades a nombre de este personaje y su esposa en La Florida por un monto de 5.1 millones de dólares que habrían adquirido en un plazo de tan solo cuatro meses en 2018. Pero ante la posibilidad de que el ex alfil de Felipe Calderón Hinojosa, -quien ya se declaró no culpable- cambié de parecer y acepte la negociación que le propuso la jueza Peggy Kuo, para que reconozca su culpabilidad en los delitos que se le imputan a cambio de proveer información, pareciere que dará lo mismo en lo económico este novel descubrimiento en cuanto a las propiedades que constituyen su riqueza, aunque quienes sí debieran estar poniendo sus barbas a remojar son precisamente los ex presidentes de México que lo tuvieron bajo su égida; Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, sin menoscabo de que también Enrique Peña Nieto, pudiera estar involucrado en este complejo caso en que se le acusa de corrupción, además de estar ligado a la organización mexicana del narcotráfico conocida como el Cártel de Sinaloa.

Peña es un posible objetivo en razón que en gran parte de su gestión presidencial tuvo como el más alto funcionario en materia de seguridad a Monte Alejandro Rubido García, quien fue uno de los más cercanos colaboradores de Garcia Luna, junto con Luis Cárdenas Palomino, siendo este señalado personaje además, estrechamente ligado a Humberto Castillejos, que fungiere como Consejero Juridico del Presidente Peña Nieto.

Fue durante el gobierno de Vicente Fox que se dio la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, y de acuerdo a las acusaciones que pesan sobre García Luna, y por las que fue detenido el pasado 9 de diciembre en Dallas, Texas, habría sido Felipe Calderón, quien protegió durante todo su sexenio a quien fuera el narcotraficante más buscado del mundo, o al menos eso es lo que quiere saber el gobierno de los Estados Unidos de América del Norte, que fue el que retuvo a Genaro García y el que está ofreciendo una negociación a cambio de información.

Lo cierto es que, sería ilógico, incluso hasta inocente pensar que Garcia Luna actuaba solo, razón por la que la gente que estaba arriba de él, quiénes le acompañaban y los que se alguna forma se beneficiaron, deben estar muy preocupados de que el ex funcionario se declare culpable y comience como se dice coloquialmente a “soltar la sopa”.

De acuerdo con declaraciones de la periodista Anabel Hernández; “el 20 de noviembre de 2018, cuatro días después de que García Luna comprara la sexta propiedad en Aventura ParkSquare, el narcotraficante Jesús Zambada García, declaró en el juicio contra Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, que entre 2005 y 2006 estuvo presente cuando García Luna recibió al menos seis millones de dólares en sobornos por parte de su hermano Ismael ‘El Mayo’ Zambada, el jefe máximo del Cártel de Sinaloa. Y que el Cártel de los Beltrán Leyva le habría pagado sobornos al entonces jefe policiaco por cerca de 50 millones de dólares”.

En ese contexto, para el gobierno de la Unión Americana que lo acusa de traficar cocaína a Estados Unidos desde 2001, haber recibido millonarios sobornos del Cártel de Sinaloa a cambio de protección, y falsedad de declaraciones”, un juicio a García Luna no le redituaría más allá de imponer una sentencia, en cambio, una negociación le significaría tener información de primera mano; nombres de los involucrados, quiénes daban las órdenes, quiénes las acataban, los que participaban en las negociaciones, cantidades recibidas, destino del dinero, empresas participantes, beneficiados, rutas del tráfico de la droga, etc.

La próxima audiencia de Genaro García Luna en el juzgado de Nueva York, será el 21 de enero, en tanto lleva su proceso en prisión luego de haber sido recluido en una cárcel de Texas el 17 de diciembre de 2019 cuando se le negó el derecho a libertad bajo fianza por temor a que huyera.

Como es de todos sabido, en una primera audiencia realizada el pasado 3 de enero en una Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, en Brooklyn, el exfuncionario se declaró no culpable de los cargos que se le imputan: tres por conspiración para tráfico de drogas y uno por falsedad de declaración.

Hoy sus escenarios son dos: que llegue a un acuerdo para colaborar con la Justicia, logre una reducción de sentencia y evite un juicio, o que no se concrete, lo que le implicaría ser enjuiciado y la fiscalía estadounidense tendría que demostrar con pruebas y testigos cada una de las acusaciones. En caso de ser encontrado culpable, podría tener una condena mínima de 10 años y hasta la cadena perpetua.

Si el implicado opta por llegar a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, como se lo han sugerido, gozará de una reducción en su condena, pero la decisión seguramente no debe ser nada fácil, según la opinión de algunos expertos como Rob Heroy, abogado que fue fiscal de distrito en Carolina del Norte, pues según él es poco probable que lo haga por cuestiones de seguridad, “Proporcionar información sería muy peligroso para su familia. Incluso si toma protección de testigos, tendrá familia en México, así que creo que es poco probable que coopere con el gobierno”.

Los fiscales de la Unión Americana han acusado que el cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín El Chapo Guzmán, sobornó a García Luna para asegurar el paso de drogas y obtener información sobre las actividades de cárteles rivales, de tal suerte que el exfuncionario público que hoy ha sido señalado tras encontrar nuevas propiedades millonarias a su nombre en el condado de Miami-Dade, debe estar en una encrucijada que no se le ve ninguna salida. Sus opciones: declararse culpable a cambio de reducir su condena y colocar en riesgo a su familia o mantenerse firme en su postura de declarar inocente y enfrentar un juicio que lo llevará a pasar quizá muchos años sin volver a ver la luz del sol.