Este Casino es la boca del lobo. Al entrar, huele a carne cruda; de golpe, tres o cuatro caras han reventado. Se nota que han estado perdiendo toda la tarde, no saben qué hacer. Más adentro, un perfume Hermes me devuelve las ganas de seguir caminando.
En la inmensidad de este lugar, me divierto sólo con ir reconociendo a los altos funcionarios que ríen o lloran, entre máquinas tragamonedas y ruletas brillantes. Aquí, a mis pies ha caído un político que no ha sabido controlar su ambición. Una señora de intendencia llega para levantarlo. Pero no puede, los dos están igual de gordos. Al primer intento por revivirlo, ambos caen y se vuelven mamíferos de circo. Se trata del mismo sujeto que mañana, crudo en su oficina, firmará contratos de licitación que le van a dejar una buena tajada.
También, este Casino huele a despilfarro. Hay un tufo a inmoralidad. Es ahí donde me conmuevo, porque nada me gustaría más que darle la vuelta a mi raquítica existencia. Me conmueve la posibilidad de enriquecerme en dos o tres años. Estos políticos apostadores no tardan más de eso en hacerse de 10 millones de dólares, o mucho más, al amparo del erario público
Me conmueve tanto esta idea que decido arriesgar. El dealer ha puesto el video de Ricardo Anaya. Y eso me conmueve más.
Preparo mis fichas.
Es hora de hablar. Le digo al dealer que suba el volumen de la pantalla ultraplana. Ahí está ese joven que ha llegado para conmover a la política nacional.
Es tiempo de arriesgar.
-¿Cuál es la apuesta mínima?- le pregunto al dealer.
Un apostador, creo que es el director administrativo de la Secretaría del Agua, pregunta exactamente lo contrario: cuál es la apuesta máxima.
No digo nada. Sólo sé que algún día yo preguntaré eso.
Mientras tanto déjenme escuchar. Está hablando Anaya, el joven maravilla.
Hay que poner atención.
-Es el nuevo Salinas- les digo a los demás apostadores.
-¿Por qué lo dices?- me pregunta el burócrata del agua, sin dejar de poner fichas en varios números de la ruleta.
-Por su juventud. Desde el ex presidente, nunca nadie tan joven había estado en la antesala del verdadero poder.
La voz sensual del Casino entra en la charla. Cómo es eso. En este lugar todo es rigurosamente observado, con cámaras de alta definición, que pueden ver los vellitos de la mano. Todo lo que aquí se dice es escuchado, por si alguien exige una aclaración sobre las apuestas.
-¿Y cuál es el verdadero poder, Brujo? ? me pregunta la voz sensual.
-Los Pinos- le contesto y pongo mis fichas en el número de Anaya, que paga 30-1.
-¿Y Anaya está en la antesala del verdadero poder?- cuestiona el dealer.
Subo el tono de voz porque mis 200 pesos están en juego. Todo lo que gané durante el día lo pongo en el número de Anaya.
Así que hay que echarle porras:
Ha surgido, por fin, un candidato fuerte del PAN. Sí, a partir de hoy Anaya se ha colocado como puntero a la Presidencia de la República. Su triunfo como presidente del CEN, significa su destape.
En el video, Anaya confirma lo que digo: se ha lanzado contra López Obrador, el rival a vencer. Lo está retando a un debate. Eso desborda mis esperanzas. La ruleta sigue girando y creo que mi número va en ascenso. Voy a ganar seis mil pesos. Que es una fortuna. Pagaría varios meses de renta de mi cuarto de azotea.
Vamos, jala, jala, le digo al nuevo Salinas. Los comparo porque desde muy joven el ex presidente supo que estaba hecho para el poder. Se lo creyó tanto que desmadró a todos los que se encontró a su paso: Bartlett, Del Mazo, Silva Herzog. Le valió madres.
Vamos, jala, jala.
Fíjate en los ojos de Peña Nieto, le digo a la ruleta, casi besándola. Fíjate en él, que nació para tener poder. De otra forma no estaría sentado en Los Pinos.
Vamos, jala.
Has hecho bien, lo correcto. Retar a AMLO es tu obligación, pues te lleva un largo camino recorrido. Apréndele a AMLO, es el político más carismático de la historia reciente de México. Aprende que con carisma no se llega a la Presidencia. Se llega con una estrategia bajo el brazo. Y la tuya va bien. Has hecho a un lado a Gustavo Madero para labrar tu propia historia.
¿No te has dado cuenta?
Vas solo.
No hay a la vista nadie.
Ahora conforma un buen equipo, échate a la bolsa a todo el PAN. A Moreno Valle choréalo, dile que sí pero no cuándo. A Margarita también. El día y el momento indicado estarás encima de todos. Choréalos. ¿Sabes lo que es chorear? Lo sabes de sobra. ¿A poco no?
Sigue retando a AMLO. Ese debate, de darse, lo ganarías. Pero seamos realistas, el Peje no aceptará. Lo suyo no son los debates. El último que ganó fue aquel con Diego Fernández de Cevallos. Hace mucho tiempo, cuando su estilo entraba, nuevecito.
Quiero decir que lo de AMLO son ideas bien establecidas, argumentos bien pensados y que van dirigidos al gran pueblo: la mafia del poder, la corrupción, los empleos, la austeridad. Grandes argumentos, fantásticos, pero al momento de desarrollarlos la técnica no le asiste. No es él quien dará la teoría sobre un gobierno. Su campo de acción está en otro lado, en la plaza pública, en el convencimiento colectivo.
Así, te digo que jales, vamos.
Tu campo de acción está en los indecisos. En ese mercado deberán moverse los tres candidatos presidenciales, y quien saque la mejor parte ganará.
Vamos.
Puedes emerger como el político con el discurso más fresco. En eso te parecerías a Calderón. Aprende de Calderón su gran oratoria, la mejor de los últimos tiempos.
La ruleta sigue girando.
Qué más puedo decir ante la inminencia del tiempo, que amenaza con dejarme sin nada. Una apuesta, para mí, es un mundo alterno, a donde voy y de donde salgo. Este Casino es la capsula de una vida incierta. Aquí, los argumentos duran las vueltas de la ruleta.
La señora gorda de intendencia se ha detenido a ver mi juego.
-¿Qué es eso?- me pregunta.
-Una ruleta.
-Y para qué sirve.
-Para jugarse la vida.
El dealer lanza el aviso:
-Últimas, últimas apuestas.
Antes de que la bola se detenga en el número de la suerte, le digo a Anaya:
-Si hoy fueran las elecciones, los tres candidatos serían: Andrés Manuel, Beltrones y tú. Debes trabajar para que en el 2018 se cumpla el objetivo.
¿Cómo debes hacerlo?
Inspírate en Salinas. Desde joven supo que sería Presidente. Él dejó la máxima posición siendo muy joven aún. Inspírate en él. Tienes el talento, sólo púlelo.
El PAN ya tiene candidato.
Contemos sus pasos.
Paso Uno: sentó a Madero.
Paso dos: Marko Cortés coordinará a los diputados.
Paso tres: se ha subido al ring con AMLO.
De mis 200 pesos? prefiero guardar silencio.